lunes, 25 de mayo de 2009

Sexo (lésbico) en Nueva York

Ya es hora (Cynthia Nixon)

La verdad es que la serie Sexo en Nueva York, que acabó hace ya tiempo aunque pretendan martirizarnos unos años más con películas de mala calidad, no es santo de mi devoción. Sí, reconozco haber visto bastantes capítulos en esos ratos perezosos delante de la tele y sí, reconozco haberme reído e incluso haber disfrutado con varios de ellos, pero el sentimiento general que me producen las cuatro pijas de ese idealizado Manhattan es de indignación.

Pese a que nunca se había hecho una serie de televisión en la que las mujeres hablasen tan abiertamente de sexo ni en la que se mostrase un punto de vista tan poco normativo en muchos aspectos (la amistad entre mujeres, el no deseo de tener hijos, la soltería a los trentaitantos), estos aspectos positivos quedan casi invisibilizados por otros mensajes que se transmiten a lo largo de las seis temporadas.

En mi opinión, el personaje más insoportable es Carrie, la protagonista (Sarah Jessica Parker). Superficial hasta la médula, cada vez que se deprime se compra unos zapatos de trescientos dólares como poco. Vamos, por favor, ¿pero de dónde saca el dinero, si escribe una columna de nada en un periódico? En fin, totalmente irreal. Este consumismo de alto standing es, sin duda, lo que más me enerva de la serie. Después hay otras cosas, como lo obsesionadas que están todas en el fondo por conseguir pareja (aunque intenten reivindicar la soltería al mismo tiempo) y que de lo único que hablan entre ellas es de hombres, son el centro de sus vidas.

Me parece muy bien (incluso necesario) que exista una serie como Sexo en Nueva York que retrate a las mujeres mayores de treinta años de forma más compleja de lo habitual, pero calificarla de feminista, como hace mucha gente, es ir demasiado lejos. Algunas de sus actitudes pueden llegar a serlo (por ejemplo, la lucha de Miranda por compatibilizar maternidad y trabajo, la resistencia de Samantha a que sus relaciones sexuales sean juzgadas de distinto modo que las de los hombres o el hecho de que Charlotte sea la única de las cuatro que quiera una familia tradicional) pero muchas otras, como las que he mencionado, la convierten en una serie nacida de la absurdez que lo invade todo en los tiempos que corren.

Creo que sí que hay series que merecen el honorable calificativo de feministas, como por ejemplo, Las chicas Gilmore, que también –por desgracia- concluyó hace un par de años y a la que solo veo un defecto importante, esto es, su falta de personajes abiertamente LGTBQ. Decir que tengo debilidad por Lorelai, Rory y el resto de maravillosos personajes que habitan el ficcional pueblo de Stars Hollow es quedarme corta. Si no habéis visto Las chicas Gilmore, os aconsejo que lo hagáis desde la primera temporada hasta la séptima y última. Creo que me reservo analizarla para otros posts dedicados exclusivamente a ello, porque tengo muchas cosas que decir al respecto de esta serie, sobre todo en las relaciones femeninas que propone y en el modelo de maternidad que muestra.

Bueno, y todo este post viene simplemente a que quería contaros un cotilleo bollo de esos que a veces me da por escribir, sobre todo porque la visibilidad me pone de buen humor, especialmente cuando proviene de mujeres activistas la mar de interesantes.

El caso es que el 17 de mayo se celebró en Nueva York el Broadway Impact Marriage Equality Rally, una manifestación a favor de la legalización del matrimonio LGTBQ en ese estado. Entre el famoseo estaba la actriz Cynthia Nixon, que hace de la abogada Miranda Hobbes en Sexo en Nueva York (de ahí que empezase el post enrollándome acerca de esta serie, cuando tan solo quería hacer una pequeña introducción). Cynthia Nixon, de la cual ya hablé en mi post sobre bollomadres ilustres, anunció su intención de casarse con su novia, Christine Marinoni, activista de la educación, en cuanto la ley se lo permitiese. Ante tanto armario y tanto miedo de ser encasilladas o discriminadas, resulta refrescante encontrar a una mujer que da la cara por ella y por todas.

Nixon ya demostró su valentía cuando se convirtió en activista contra el cáncer de mama, enfermedad que ella misma sufrió, así como cuando se enfrentó a los grupos religiosos por apoyar la planificación familiar.

No sé a vosotras, pero a mí me encantaría ver otra serie menos heterocéntrica que Sexo en Nueva York en la que las protagonistas fueran, por ejemplo, Cynthia Nixon y Leisha Hailey, que hace el papel de Alice Pieszecki en The L Word y que es una de las pocas actrices de esta serie que está fuera del armario en la vida real. Mmmmmm, sería genial.

Cynthia, Christine y los niños.

11 comentarios:

Lau... dijo...

Creo que en otro comentario te lo puse, hacen faltas mas Cinthyas Nixon...donde estan las lesbianas en España, en Argentina, en Chile, etc, etc...Portugal?...Italia?
Me he leido varios post de un tirón, no pasaba por aqui desde el Seminario de Literaturas Lesbicas, al que luego descubro que se apuntó poca gente, motivo de cancelación. Horror. Cómo puede suceder ésto en Magrid?...
Beth Ditto...una belleza sip.
Y el Serial, sinceramente creo que fliurá mejor asi, sin ser una obligación...lo esperaremos lo que haga falta...será como una sorpresa agradable al abrir tu blog.
Y Bebe...aun no me he pasado por sus espacios, pero qué alegria que vuelva!

Un abrazo.

P.D: Me encantaría conocer tu planes con tu chica en el camino de la bollomaternidad.

Besos

Ave dijo...

El resto de las lesbianas (famosas y no) están "defendiendo su derecho a la privacidad" (glubs) o "no alardeando de su sexualidad", o "no yendo por la vida con una bandera", o directamente en el armario porque "es que mi vida es muy complicada y tú no lo entiendes".

No, claro. Es que yo nací en Marte y me caí de mi nave espacial hace 32 años, no te jode. Y tampoco tengo un trabajo que mantener ni una familia ni nada de nada. Como soy marciana...

eco dijo...

he caído por primera vea por aquí...y la verdad es que me ha gustado mucho tu blog, como también me gusta mucho beth ditto y sexo en new york y las chicas gilmore.

estoy contigo en lo de sexo en new york. es que también pienso que muchas veces se confunden cosas. parece como si Carry fuera una mujer independiente que se sale de los estereotipos y blah blah...pero en realidad no es más que una mujer con voz, una mujer que a lo largo de toda la serie habla en primera persona y es el centro de algo.
esto no es poco, pero tampoco es todo. el sentido de las vidas de las cuatro mujeres de la serie, al final, al final, al final, se lo da el amor de un hombre, y encontrarlo parece como si resolviera todos sus problemas...

Lorelay sí que mola! aunque lo que habría molado de verdad, es que Rory acabara con una tía...

un placer haber encontrado este blog y te linkeo el mío recién estrenado...

:D

ConchaCoach dijo...

Así, día a día se hace camino y ejemplo. Sin más.

C. dijo...

Me encanta Leisha Hailey. Me tiene enamorada en plan adolescente loca, incluso. Pero es que además de parecerme la mar de guapa y de artista, me da la sensación de que es una chica muy simpática, eso me pareció a mí al ver esto, que es una entrevista de Liz Feldman a Uh huh her (dúo en el que está ahora, y que es súper diferente a ese grupo en el que estuvo de más jovencilla, The murmurs). ¿Por qué me pareció tan maja? Sobre todo porque le dice que su traje es boyish and cute. Que no sé si es percepción mía, pero últimamente me encuentro con muchas bollitos que desprecian a las que son (¿somos?) más tombois o butches o como queramos decirlo.
Detalles de psicofan: Sale de extra en el lesbian cofee-shop (¿es así?) en el capítulo en el que Ellen sale del armario. Ah, y mucho antes de The l word, salió en una peli lésbica la mar de molona: All over me, interpretando a una jovencita rockera de pelo fucsia. Y sale también en dos cortos ( 1 y 2 ) ASÍN, DE TEMÁTICA, uno de ellos dirigido por ni más ni menos que Jamie Babbit.
En fin, lo dejo aquí, que estoy en modo fan loca y no tiene nada que ver con tu entrada, Hester. Llevo queriendo ver Las chicas Gilmore desde hace muchísimo tiempo, y aunque sólo he visto un capítulo o dos, me parece que sí, que me encantaría.

C. dijo...

All over me en siete partes y aquí los subtítulos.
Y aquí la reseña de la peli.
Y yastá, ya no doy más la lata. Pero oye, por si a alguien le interesa y no la conocía.

lau dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
lau dijo...

gracias a los estereotipos fomentados en series como sex and the city es que la igualdad de sexos se ve obstaculizada en su ya difícil tarea de realizarse..

la verdad es que es una lástima que gilmore girls haya terminado...me gustaba mucho..


en fin, pasé atraída por la curiosidad de tu pseudónimo..
y me preguntaba si vos cargarías con una L roja en tu pecho xD


saludos desde argentina para vos!

Olga dijo...

Pues sí, Señora Aciertos, pues sí... A ver si se dan cuenta de una puñetera vez que el heterocentrismo (¡ojo! no he dicho heterosexualidad), cuando no machista, sí es al menos incompatible con el feminismo (lucha por la igualdad real entre sexos).
Cierto que hay material visible en los medios en cuanto a la dignidad de la mujer, y que -¡al fin!- las visibilidades a este lado de la pantalla aumentan, pero como dicen Lau... ¿dónde están las visibles españolas, portuguesas, argentinas, italianas...?
Seguiremos luchando, ¿verdad, Hester? Dime que sí, porfa...
Besos.

Mármara dijo...

Sí, sí, sí. Me encantaría que hubiera series menos heterocéntricas. Es más me encantaría que el mundo fuera menos heterocéntrico, en general.

dintel dijo...

No he visto ni un capítulo, no creo que me gustase.