miércoles, 29 de abril de 2009

A LAS OCHO DONDE SIEMPRE, serial bollo (I)

CAPÍTULO UNO: LA CASA DE LOS ESPÍRITUS

I         

Cuando la avioneta despegó, dio la impresión de que las nubes se apartaban temerosas. La máquina blanca, que cada vez iba haciéndose más pequeña, contrastaba con un cielo tan azul que parecía recién sacado de la lavadora y puesto a tender en las cuerdas de la inmensidad.

La inmensidad de la vida siempre había apabullado a Clara, pero de alguna forma Carmen había hecho más llevadera la cotidianidad en un mundo que no sentía hecho a su medida. Durante los meses que habían estado juntas creyó encontrar su hueco y no se sintió tan gorda, tan torpe y tan boba como solía pensarse. Tan gorda que se veía forzada a buscar camisetas en la sección premamá de las tiendas –y a disimular que estaba comprando un regalo para alguna amiga embarazada si se encontraba con un conocido-, tan torpe que no había día en que no se le cayese una taza o no tropezarse con algo. Tan boba porque balbuceaba cuando alguien le pedía su opinión y solo más tarde, cuando se quedaba sola, se le ocurría la respuesta ideal, el comentario más ingenioso o acertado.

Pero Carmen la había encontrado perfecta. Carmen la actriz, que hasta había quien la paraba por la calle porque la reconocía de la serie esa de después de comer en el canal autonómico. Carmen tan llena de glamur, la única persona que conocía que tenía un maletín de maquillaje del tamaño de una maleta.

Carmen se había fijado en ella y no en otra aquél fin de semana que pasó en la casa rural. Aunque suene a tópico, la conquistó por el estómago. “Haces los mejores espaguetis a la carbonara que he probado en mi vida”, le dijo delante del resto de los huéspedes, con un tono tan sensual que le puso la piel de gallina y rozando con su mano la de ella. Cuando el fin de semana había terminado y todos se marchaban, Carmen entró en el despacho de Clara, que estaba preparando los recibos. “Quiero que me cuides, que me sigas haciendo espaguetis”. Y la besó. Tan sencillo como eso.

Clara siempre había creído que la suya era la historia de amor más bonita del mundo, pero ahora se preguntaba si Carmen había necesitado simplemente un lugar donde recobrar fuerzas cuando terminó el rodaje de su serie, si tal vez se trataba de una listilla que había vivido de gorra en su casa rural durante una larga temporada.

Pero no, aquellas noches, aquellos paseos… todo eso no podía ser mentira.

Allí iban todas aquellas noches y todos aquellos paseos, viajaban junto con el maletín de maquillaje en el compartimento que había sobre Carmen, quien seguramente estaría hojeando la revista que se acababa de comprar con la indiferencia de alguien que simplemente había estado representando un papel.

El pequeño aeropuerto entre las montañas se había quedado silencioso ahora que ya no se escuchaban ruidos de motores. Clara entró en su jeep y decidió no secarse las lágrimas hasta llegar a Villa Woolf. A lo mejor tenía un accidente y acababa con todo de una vez.

Lo único que le consolaba era que tenía trabajo. Era viernes y llegaba un grupo de ocho madrileñas a disfrutar de su casa rural de temática lésbica. Marcó un número en su móvil.

--Marcos, por favor, súbeme diez barras de pan y tres paquetes de café. Ah, y compra también unas cuantas velas. Parece que esta noche va a haber tormenta y ya sabes que solemos quedarnos sin luz.


II

            Para alivio de todas, el autobús había terminado de atravesar el puerto y circulaba por una carretera más ancha.

--Casi me da un ataque al corazón –dijo Susi resoplando sobre el libro que tenía abierto en su regazo.- ¡Menudos precipicios!

--Joder, ¿pero a dónde nos llevas, Lola? Este sitio seguro que no sale ni en el mapa –protestó Virginia.

--Yo lo he mirado en Internet y promete –Olatz rebuscó en su mochila hasta que encontró un papel arrugado que había imprimido el día anterior en el trabajo-. La web dice que tienen todas las temporadas de The L Word y una pantalla de plasma enorme. ¡Podíamos darnos un atracón de capítulos!

--Oye, que yo no me he recorrido cientos de kilómetros para ver la tele –protestó Olga.

--Chicas, haya calma –Lola se rió- estoy segura de que nos va a gustar. Unas chicas que conocí cuando estuve por la zona haciendo alpinismo me hablaron de Villa Woolf y de lo mucho que su dueña se esforzaba en entretener a sus invitadas con un montón de actividades. Además, por lo visto se come fenomenal.

--Al fin y al cabo, lo que queríamos era desconectar un poco de la ciudad, ¿no? -Olatz cerró su mochila- pues seguro que aquí lo conseguimos.

            El renqueante autobús se detuvo en una parada –más bien un banco de madera bajo un pequeño tejado- y el conductor gritó: “¡Esto es Navas de la Princesa!”

--¡Nuestra parada! –exclamó Lola. Recogieron sus bártulos a toda prisa y se apearon del autobús.

            Cuando el vehículo se alejó de ellas, se sintieron algo desamparadas en medio del campo, en un lugar donde no parecía haber más vida humana.

            Allí de pie, las ocho mujeres formaban un grupo peculiar. Virginia, mascando chicle y con esa actitud de chica dura que volvía locas a todas, se ajustó la gorra y cerró los ojos, como si nada de lo que hubiera a su alrededor le interesase ni lo más mínimo. Susi y su eterno gesto de subirse las gafas. Todo en ella era alargado: sus manos, su nariz, incluso sus dientes. Como siempre, llevaba la mochila a rebosar de libros, no fuera a ser que le apeteciese leer uno que no hubiese traído. Olatz, que llevaba una camiseta reivindicativa –tenía una amplia colección de ellas que abarcaban desde los derechos del colectivo LGBTQ hasta la libertad de los pollos-, miraba a su alrededor buscando algún letrero. Olga le daba la mano a Karen, su novia camerunesa. Inés y Carlota probaban sus móviles a ver si conseguían cobertura. Probablemente querían llamar a los padres de Inés, que se habían quedado cuidando de la hija de ambas, Tian Fu. Lola miraba el reloj con impaciencia, pues al haber sugerido la escapada, se sentía responsable de que esta saliese bien.

            No tardaron en escuchar el ruido de una furgoneta que se detuvo delante de ellas.

Un muchacho de unos veinte años se asomó por la ventanilla.

--Hola, soy Marcos, de Villa Woolf. ¡Subid, chicas! No os ayudo con las maletas porque más de una ha querido darme una paliza por hacerlo, ja ja ja.


III

--Bueno, la habitación no está nada mal –comentó Olga con aprobación.

--Y la cama es grande –Karen se lanzó sobre la colcha. Olga no tardó en imitarla.

--¿Empezamos a fabricar el bebé? –preguntó.

--¿Cómo que “empezamos”? –Karen se rió- ¿Qué pasa, que el dinero que le hemos pagado ya a la clínica de fecundación no te ha parecido un buen comienzo?

            Olga sonrió.

--Creo que la siguiente vez que te inseminen vas a tener suerte y te vas a quedar embarazada, mi amor. Por eso este fin de semana debes aprovecharlo para relajarte y desconectar de todo.

--Bueno, espero poder relajarme después de lo que nos ha contado Clara, la dueña.

--¿Eso de que en la casa hay un espíritu? Vamos, Karen, que seguro que lo ha dicho para crear un poco de ambiente. ¿Cómo puedes creerte una cosa así?


IV

--La cena estaba deliciosa, Clara, ¡muchísimas gracias! –Carlota se frotó la tripa.

            Clara sonrió tímidamente.

--Si alguien quiere desabrocharse el botón del pantalón, estáis en vuestra casa.

            Pensó que iban a creer que lo decía porque era ella la que necesitaba hacerlo, pero todas se rieron. Les había hecho mucha gracia el comentario y procedieron a seguir su consejo. Clac, clac, sonaban los botones.

            Justo en ese momento se escuchó un trueno.

--Voy a traer las velas –Clara se levantó- por si acaso se va la luz, suele pasar cuando hay tormenta.

            Dicho y hecho, justo cuando Clara regresaba a la mesa se quedaron sin electricidad. Encendieron las velas. Todo tenía un aspecto extraño y amarillento.

            Karen lanzó un chillido.

--¿Pero qué pasa, cariño? –le preguntó Olga, alarmada.

--He visto pasar a alguien por esa ventana –señaló un cristal lleno de gotas de lluvia que daba al oscuro campo.

--Imposible, ¡con esta lluvia! –dijo Inés.

--Tal vez se trate de Marcos –sugirió Susi.

--Imposible –negó Clara- le dije a Marcos hace horas que podía marcharse a casa.

--Cielo, creo que estás sugestionada por eso que nos ha contado antes Clara de que la casa tiene un espíritu –comentó Olga.

--Bueno, a lo mejor es eso –Karen temblaba de pies a cabeza.

            Esta vez fue Olatz la que gritó.

--Os juro que he visto a alguien pasar por ahí –señaló el pasillo.

--Joder –dijo Clara, llevándose las manos a la cabeza en un gesto desesperado – No, por favor, que no vuelva a pasar…

            Las ocho invitadas la miraron con preocupación. En los ojos de la dueña de Villa Woolf había verdadero pavor.

CONTINÚA EL MIÉRCOLES 6 DE MAYO

domingo, 26 de abril de 2009

¿DEPRIMIDA PORQUE HA TERMINADO THE L WORD?

No te preocupes.

Los miércoles tendrás tu dosis de tortilla en La Letra Escarlata porque empieza

EL SERIAL BOLLO.

Amor, desamor, risas, lágrimas y hasta algo de miedo…

Parejas eternas, abejas de flor en flor, bollomadres, activistas…

Todos los colores, tamaños y sabores.

EL SERIAL BOLLO.

Capítulo piloto el miércoles 29 de abril en La Letra Escarlata.

¿TE LO VAS A PERDER?

miércoles, 22 de abril de 2009

America the Free

La homofobia es precisamente eso, una fobia o miedo irracional (George Weinberg, psicólogo a quien se le atribuye el uso por primera vez del término homofobia)

Annie Leibovitz, una de las fotógrafas más importantes a nivel mundial, tiene problemas económicos, según hizo público en el mes de marzo. De hecho, no ha tenido más remedio que vender los derechos de muchas de sus famosas fotografías. La revista Advocate explica por qué.

Leibovitz recibió una gran herencia de su pareja de toda la vida, la genial escritora Susan Sontag, quien murió en 2004. Lo que pasa es que las parejas del mismo sexo no están protegidas a nivel federal en Estados Unidos. Por tanto, Leibovitz ha tenido que pagar un 50% del valor de los bienes inmueble que ha heredado de Sontag, además de otros impuestos que no se cobran a las parejas de distinto sexo. Este 50% es lo que la comunidad LGTBQ estadounidense llama el gay tax (impuesto gay, aunque yo diría más bien impuesto antigay). Según Advocate, a diferencia de los miles de dólares que se ha visto obligada a desembolsar Leibovitz, una viuda heterosexual hubiera tenido que pagar… cero dólares.

Sontag por Leibovitz
Leibovitz por Sontag

martes, 21 de abril de 2009

Violencia machista, caso III: MIGUEL CARCAÑO

Es necesario llevar a cabo un acto de reflexión colectiva, en el que participe el Gobierno, el conjunto de la sociedad y también los medios de comunicación, sobre qué modelos e imágenes se están trasladando a las jóvenes, de manera que no se tolere ningún signo de dominación por parte de sus parejas. (Bibiana Aído, ministra de Igualdad del gobierno español)

Lamentablemente, hay poca gente que no se haya enterado del caso de Marta del Castillo, una adolescente sevillana supuestamente asesinada por su ex novio, Miguel Carcaño, quien ha tergiversado tanto su historia que ahora no queda muy claro cual fue su modo de proceder. Terrible noticia de la que queda aún mucho que esclarecer. Y que yo voy a llamar a partir de ahora “caso de Miguel Carcaño”, que ya escribí en otra ocasión que prefiero utilizar el nombre del violento y no el de la víctima, de modo que el primero no caiga en el olvido y siempre recordemos a este criminal.
Pero de lo que me gustaría escribir aquí es del desconcertante hecho de que los medios, que han tratado una y otra vez esta noticias desde casi todos los ángulos posibles, apenas hayan mencionado que este suceso es uno más en la larga lista de violencia machista o de género (también calificada como doméstica, expresión que ya he dicho muchas veces en este blog que no me gusta nada).
Parece ser que cuando se trata de adolescentes, lo llamamos bullying en el caso del acoso escolar o no lo llamamos nada, simplemente nos echamos las manos a la cabeza y decimos lo terrible que es que los jóvenes estén todo el día delante de la consola con videojuegos sangrientos.
¿Qué pasa, que hay que ser adulto para ser un violento machista? Ojalá fuera cierto que los jóvenes no conociesen ese terrorismo que, cuando sumamos todas las formas en que se manifiesta, es la mayor causa de muerte del mundo, pero no es así. El Servicio de Inspección del CGPJ realizó un informe a principios de este año que desprendía que el 40% de las asesinadas por maltrato y sus asesinos en 2008 en España tenían menos de 36 años. Además, según el Instituto de la Mujer, en el año 2008 se produjeron cuatro muertes por violencia de género entre mujeres de 18 a 20 años y dieciocho entre los grupos de edad de 21 a 30 años.
Y es que las ideas machistas perduran en la gente joven. Según un estudio de 2007 del Instituto de la Juventud, un 20% de los jóvenes siguen pensando que el modelo ideal de familia es aquél en que la mujer (porque la otra parte de la pareja sería siempre hombre en este modelo “ideal”) no trabaje o trabaje pocas horas para hacerse cargo de la casa y de los hijos. Según la socióloga Alicia Miyares, “las leyes tienden a desactivar las normas sociales, pero en una sociedad cada vez más igualitaria lo curioso es que a través de los medios de comunicación, sobre todo a través de ciertos programas de televisión, se está haciendo una presentación de los sexos absolutamente estereotipada”. Eso es cierto. La televisión, los videojuegos, la moda… los medios en general muestran modelos imposibles de mujeres que, además de generar gordofobia, siguen convirtiendo a las mujeres en objetos en lugar de en sujetos, aunque en ocasiones se haga de forma más sutil.
Si las mujeres son objetos, entonces pueden ser propiedad de alguien, de ahí que muchos machistas se consideren con pleno derecho a reclamar lo que es suyo. En el caso de los jóvenes, el excesivo control de los movimientos de “sus chicas”, los sms constantes, las llamadas a todas horas, la forma de agarrarlas cuando están con gente, los celos desmedidos, las peleas y los gritos… todo ello puede ser señal de que una chica está ante un violento machista del que debe alejarse cuanto antes, no deben confundir esta “atención permanente” como una manifestación de amor. El amor no es posesión.
Es tarea de las familias, de las instituciones educativas y de los medios de comunicación mostrar a los jóvenes (y a todo el mundo en general) modelos de ser hombre que nada tengan que ver con la violencia ni verbal, ni física ni psicológica. También es su deber enseñar a las mujeres a respetarse y a hacerse respetar, además de aprender a identificar a los machistas. El machismo mata. El machismo mata. ¿Cuántas veces hay que repetirlo? No es una graciosa característica del macho español, no es una manera cool de parecer un tipo duro delante de tus amigotes. 
Quizá también haya que hablar a las y los jóvenes de lo que realmente es el amor, no para darles una definición estricta de éste, pues cada cual lo vive a su modo, sino para darles a conocer modelos de amar en los que las personas involucradas se cuidan, se respetan y aman sus libertades. Tu amada, tu amado, no debe ser tu meta, sino alguien que te acompañe en el camino.
El caso de Miguel Carcaño es un caso más de violencia de género. Además, este violento tenía otros cómplices, algunos incluso más jóvenes que él, entre ellos un menor de edad. El tratamiento de este suceso como violencia machista podrá ayudar a la sociedad a identificar este problema en los jóvenes y a tomar medidas al respecto.

Miguel Carcaño a la izquierda, con otros dos detenidos por el asesinato de Marta del Castillo.

sábado, 11 de abril de 2009

Bollomadres ilustres

Los armarios son para la ropa

Cotilleando en Mombian, un blog estadounidense para madres lesbianas, me encuentro con varias listas de bollomamis famosas, de las cuales me gustaría destacar a unas cuantas, por eso de tener modelos a seguir de mujeres inteligentes que están fuera del armario y que encima tienen la valentía de crear bollofamilias en un país en el que las leyes aún no nos favorecen. Como ya he dicho, estas maravillosas mujeres son todas estadounidenses, pero estoy elaborando una lista internacional que cuando tenga bien pobladita también publicaré en La Letra Escarlata.

Lo dicho, disfrutad de estas madres sáficas en este poco frecuente ataque de “revista del corazón” que me ha dado hoy, jajaja… El orden es alfabético.

1.     Amanda Bearse: Actriz conocida por su papel en la divertida serie de los ochenta Matrimonio con hijos.

2.      Ilene Chaiken: Creadora, guionista y productora ejecutiva de The L Word (dato curioso: también fue productora de El Príncipe de Bel Air)

3.      Cat Cora: chef

4.      Melissa Etheridge: Cantante de rock

5.      Jodie Foster, actriz (para quien lo dude, que siempre hay que estar dando pruebas cuando digo que alguien muy famosa es lesbiana, sus hijos llevan los apellidos tanto de su pareja –la productora Cydney Bernard- como suyos).

6.      Sara Gilbert, famosa por su papel de la rebelde Darlene en una de mis series favoritas, Roseanne.

7.    Annie Leibowitz, fotógrafa.

8.      Tammy Lynn Michaels: Mujer de Melissa Etheridge y actriz (ha aparecido, por ejemplo, en The L Word) y tiene un blog muy recomendable.

9.      Cynthia Nixon, la abogada Miranda en Sexo en Nueva York.

10.  Rosie O’Donnell, actriz.

11.  E. Denise Simmons, alcaldesa de Cambridge, Massachusetts (donde está la universidad de Harvard), que además de lesbiana y bollomadre es la primera política afroamericana que está fuera del armario.

12.  Sheryl Swoopes, jugadora profesional de baloncesto.

13.  Linda Villarosa, periodista, anteriormente editora del New York Times.

¿Se os ocurren más (yanquis o no)?

Feliz fin de semana –nada santo, por mucho que digan- a todas.

Jodie Foster y familia

jueves, 9 de abril de 2009

Feliz cumpleaños mío


Los cumpleaños son buenos para la salud. Las estadísticas nos dicen que la gente que celebra más cumpleaños es la que vive más años (Larry Lorenzoni)
Hoy es mi cumpleaños. 32 años y mucho más que celebrar que lamentar. He tenido una vida difícil en ocasiones, pero afortunadamente he recibido uno de los dones más valiosos con los que puede nacer alguien, que es saber mirar el mundo en positivo. Se trata de un optimismo inconformista que sabe dar gracias a la vida por las bendiciones y utilizar la rabia para crear y no para destruir. O al menos, eso es por lo que intento trabajar día a día, porque los dones requieren mucho esfuerzo, ya se sabe que lo verdaderamente importante siempre cuesta.
Tengo 32 años y es una edad que me depara experiencias realmente trascendentales: si todo sale bien, en mi próximo cumpleaños estaré casada con la mujer que amo y seremos madres, pues estamos en un proceso de inseminación artificial. Por lo pronto, para inaugurar estos cambios tan emocionantes, nos mudamos al barrio de Embajadores, a un soleado piso con una terraza maravillosa que da a un parque y desde la cual se ve gran parte de Madrid. Haciendo nido para recibir a una nueva vida.
Deseadme suerte.
Ah, y no os olvidéis de llevaros un pedacito de pastel. 

domingo, 5 de abril de 2009

Memoria histórica

Yo hubiera preferido que me siguieran dando palos antes que ver a una compañera salir para no volver. Eso lo digo con el corazón y no encuentro palabras para describir eso porque eso es muy duro (Concha Carretero, condenada a muerte durante el franquismo, escapó del fusilamiento de las trece rosas)

Dos exposiciones del Centro Cultural Conde Duque me han dejado impactada últimamente. La primera, a principios de este año, fue La Facultad de Filosofía y Letras de Madrid en la II República y la que he visto hoy es Presas de Franco (que estará hasta el 9 de mayo, así que si estáis por Madrid os animo de todo corazón a ir a verla).

La Facultad de Filosofía y Letras homenajeaba este edificio de la Universidad Complutense en su 75º aniversario. La exposición mostraba lo pionera y emblemática que fue esta institución educativa. Además de acoger a las personalidades intelectuales de la época, su modernidad se podía ver en sus estilos tanto arquitectónicos como pedagógicos, pues estuvo inspirada en los principios de la Institución Libre de Enseñanza.

Sin embargo, el proyecto de hacer una sociedad moderna, culta y solidaria se vio truncado con el golpe de estado fascista que dio lugar a nuestra cruenta Guerra Civil, así como a la dictadura de Francisco Franco. Las personas abanderadas del pensamiento libre de la II República fueron torturadas, encarceladas y en muchos casos asesinadas, o bien se vieron forzadas al exilio.

La exposición, que invita a que esto “nunca se olvide, nunca se vuelva a repetir”, como dijo una de las estudiantes de la Complutense, alentaba a la reflexión y también a la memoria histórica, tan necesaria.

Viéndola, me indignó la no existencia de más placas conmemorativas a las víctimas de la represión franquista. No hacía mucho que acababan de derribar la cárcel de Carabanchel en lugar de construir allí un centro por la memoria de los que padecieron el franquismo, como pedían tantas personas. Este empeño en pasar página es un empeño por prolongar la injusticia del silencio. Relegar al silencio, a la invisibilidad, es condenar a la no existencia.

La exposición que he visto hoy me ha dejado aún más marcada. Presas de Franco habla de las mujeres de la generación de la II República y la Guerra Civil –gente como Tomasa Cuevas, Manolita del Arco, Juana Doña, Nieves Torres, María Salvo, Trinidad Gallego, Soledad Real, Leonor Estévez, Mari Carmen Cuesta, Carlota O’Neill, Concha Carretero, Maruja Borrell, Matilde Landa, Ángeles García-Madrid, Josefina Amalia Villa y otras muchas mujeres- cuya historia solo ahora empieza a ser reconocida con labores como el libro de la tristemente fallecida Dulce Chacón, La voz dormida (2002), o esta misma exposición.

Estas mujeres sufrieron una doble represión, tanto por ser rojas como por ser mujeres. Las infames condiciones en que vivieron en las cárceles franquistas (y el terror que experimentaron fuera de ellas) resulta harto difícil de poner en palabras, pero es imprescindible hacerlo. Los testimonios de estas militantes fueron silenciados durante décadas. Esta exposición se propone visualizar la experiencia penitenciaria femenina conjugando imágenes y documentos y recorriendo diversos ejes temáticos: la maternidad en las cárceles, la resistencia, los fusilamientos, la tortura, el sexismo… Estas experiencias pertenecen a las excluidas de las “grandes historias” y es necesario que empiecen a formar parte, de una vez por todas, de la narrativa del periodo histórico del que forman parte.

Lo único que he echado de menos de esta exposición es la experiencia de las mujeres lesbianas durante el franquismo, para lo cual recomiendo dos magníficos trabajos de Beatriz Gimeno, la novela Su cuerpo era su gozo, de la que ya hablé en este blog e Historia y análisis político del lesbianismo.

Volviendo a la exposición, en ella ponen un documental desgarrador, Del olvido a la memoria: presas de Franco, dirigido por Jorge Montes Salguero. En el documental hablan de Tomasa Cuevas, ex militante del Partido Comunista que pasó seis años en una prisión franquista donde, con una vieja grabadora escondida en su bolso, recogió los testimonios de muchas mujeres para que no cayeran en el olvido. Todos estos testimonios fueron recopilados en el libro Testimonios de mujeres en las cárceles franquistas. Gracias a ella nos curamos un poquito de esta amnesia histórica que se instaló en España en la transición.

He encontrado en You Tube el documental y lo adjunto a continuación de este post. Os animo a todas y todos a verlo, merece la pena. Son 50 minutos que se pasan volando pero, advierto, con el corazón en un puño y a veces sin poder evitar las lágrimas en los ojos. Debería ser obligatorio en los colegios, y no esos manipuladores vídeos antiabortistas que algunos centros educativos se atreven a poner. Insisto de verdad en que lo veáis y animéis a vuestra gente a que lo haga también.

Para que nada se pierda.

Parte I


Parte II


Parte III


Parte IV


Parte V


Parte VI


Parte VII


Parte VIII


Parte IX y última


viernes, 3 de abril de 2009

Hamid Karzai quiere legalizar la violación dentro del matrimonio


La violación es el único crimen en el que la víctima se convierte en la acusada (Freda Adler)
            Hamid Karzai, primer ministro de Afganistán, acaba de presentar un proyecto de ley en el parlamento de su país que pretende legalizar la violación dentro del matrimonio.
Aún no se ha publicado el documento final, pero al parecer contiene artículos que dictan que la mujer no debe salir de casa sin el permiso de su marido y que solo si éste lo aprueba podrán buscar trabajo, estudiar o ir al médico. Asimismo, nunca podrá negarse a acostarse con su marido si él lo desea.
Por lo visto, esta nueva legislación nace del deseo de Karzai de ganarse a los votantes extremistas para que le den su voto en las elecciones que tendrán lugar en Afganistán en el mes de agosto. ¿No estaba este gobierno en contra de los talibanes? Pues la ley que quiere sacar Karzai es igual que las que tenían estos durante su mandato.
La constitución afgana de 2004 dice en su artículo 22 que “los ciudadanos de Afganistán, sean hombres o mujeres, tienen los mismos derechos y deberes ante la ley”. No obstante, el artículo 3 se antepone a este, diciendo que “en Afganistán no puede haber leyes contrarias a las creencias del Islám”.
Veremos lo que ocurre con este proyecto de ley. Por el momento, tanto Naciones Unidas como las superpotencias se mantienen en vergonzoso silencio. Me llenaría de una tristeza inmensa que no hicieran nada al respecto.


RAWA, Asociación Revolucionaria de Mujeres de Afganistán, es una organización política independiente de mujeres afganas que lucha por los derechos humanos y la justicia social en su país. Apóyalas.

jueves, 2 de abril de 2009

Holley Mangold

Si me vieras caminando por la calle pensarías: ‘Vaya, esa chica probablemente esté sin aliento y se dirija a comer al McDonald’s.’ Me encanta estar cachas y enseñárselo al mundo (Holley Mangold)

Holley Mangold, universitaria de primer curso, lleva toda la vida rompiendo barreras y abriendo puertas para las jóvenes deportistas que, siendo chicas, tienen que demostrar el doble que sus compañeros, además de convencer al mundo de que su juego no es de segunda categoría. Y es que en el deporte, las mujeres son muchas más veces animadoras o caras bonitas para poner a los lectores de prensa deportiva a tono que verdaderas deportistas. Y no porque no las haya, sino porque los medios de comunicación suelen mostrar únicamente el lado sexista, rancio, ruidoso y maloliente del deporte.

Hace poco, en el programa El Intermedio (La Sexta), sacaron unos archivos de sonido de programas de radio tanto de la COPE (el de José Antonio Abellán) como de la Ser en los que los cronistas deportivos se despachaban de lo lindo con que si no se qué tenista estaba buenísima y otras perlas por el estilo. En fin, esto es tan solo un ejemplo de cómo está el patio.

Y en un contexto así, o incluso peor, porque estamos hablando de fútbol americano, un deporte de contacto rudo, podríamos decir incluso violento, de los más competitivos del mundo y eminentemente masculino, surge una adolescente llamada Holley Mangold que encima es gorda, bien gorda. Gorda y maravillosa, poderosa, fuerte, flexible, energética, increíble.

Holley Mangold es la primera mujer en entrar en un equipo de fútbol americano profesional. Nunca quise ser una de las chicas que van a ver los partidos, comenta.

Sus compañeros de equipo explican que no la ven como a una chica en el equipo, sino como una jugadora más. Se lo ha tenido que ganar a pulso, pues ni su familia la apoyaba en un primer momento.

--Pero las chicas no juegan al fútbol –le dijo su madre, escandalizada.

--Pues yo sí –respondió ella, testaruda.

De hecho, Holley se introdujo en el fútbol americano porque su hermano Nick Mangold también era jugador, así que pudo tomar prestado su equipamiento para aprender sola. Actualmente ha superado cualquier récord que Nick haya conseguido (y no en una categoría femenina, pues esta no existe, sino en la masculina), por lo que Nick ha decidido convertirse en su entrenador para apoyarla siempre. El muchacho comenta: A veces van a ver a mi hermana jugar como quien va al circo a ver a un hombre con tres piernas, o algo así, como si Holley fuera una rareza con fecha de caducidad. Eso es contra lo que tiene que luchar… es una jugadora de fútbol, no un espectáculo.

Y no solo una jugadora de fútbol, pues también es atleta y levantadora de pesos. En ambas categorías ha recibido numerosos premios.

En España eso del fútbol americano no tiene muchos adeptos, pero lo que deseo reflejar con este post es lo que esta joven prometedora simboliza para todas nosotras y sobre todo para todas las niñas a quienes les dicen desde pequeñas (o se lo dan a entender) que no pueden hacer tal o cual cosa porque es de chicos.

Y una mierda.

Festival Internacional de Libros Comestibles

La creatividad es el repentino fin de la estupidez (Edwin Land)

Esta semana se celebra el Festival Internacional de Libros Comestibles, un evento que une a quienes amamos la literatura y la cocina en todo el mundo a través de esta maravillosa herramienta llamada Internet. Os animo a participar si queréis pasar un buen rato y hacer algo diferente, barato e imaginativo. Tan solo necesitáis una cocina, una cámara digital y un poco de imaginación. Os cuento.

            El Festival Internacional de Libros Comestibles se celebra anualmente el 1 de abril y los días cercanos a esa fecha. Las creadoras de esta fiesta culi-literaria son Judith A. Hoffberg y Béatrice Coron, quienes lo celebraron por primera vez en el año 2000. Eligieron la fecha del 1 de abril para conmemorar el nacimiento del jurista francés Brillat-Savarin (1755-1826), famoso por su libro Fisiología del gusto, el primer tratado de gastronomía. Además, el 1 de abril se celebra en muchos países April Fools' Day, equivalente a nuestro Día de los Santos Inocentes, sin duda una ocasión perfecta para jugar.

            Lo que se pretende con el festival es, para empezar, conectar a bibliófilos y amantes de la cocina, a las personas imaginativas del mundo entero que tengan ganas de pasar un buen rato y compartir, de una forma original y divertida, ese libro que tanto les gusta o ese amor que sienten por la literatura.

            Lo que los participantes deben hacer (de forma individual o en grupo) es crear algo comestible (un pastel, un plato principal, unas galletas, lo que sea) en forma de libro o que homenajee a un libro en concreto o a la literatura en general. A continuación podéis ver unos ejemplos:





           
Maravillosos, ¿verdad? Como veis, tampoco hace falta que seáis grandes chefs, sino que hay que poner en marcha ese don que tenemos todas las personas y que se llama creatividad.

            La foto (o fotos) de vuestra creación debéis colgarla en una página web, lo cual hoy es día es muy fácil aún si no sabéis diseñarlas, pues hay muchas gratuitas como las de Yahoo o Google, o bien podéis abrir un blog. Seguidamente, tenéis que enviar la web a books2eat@diffusionadage.com. Para más información, aquí podéis encontrar todos los detalles tanto en inglés como en francés. Como digo, el festival es online. El programa de este año con un montón de webs participantes lo tenéis aquí. Por último, las webs oficiales son esta y esta otra.

            ¿Necesitáis más inspiración? Yo la voy a buscar por mi biblioteca, pero os dejo aquí algunas webs que yo visito con frecuencia y que os pueden ayudar.

Webs literarias:

Ábrete Libro

Apostillas literarias

Autoras en red

BookMooch

Conocer al autor

Cuchitril literario

¿De otro planeta?

Destinos literarios

El tesoro sonoro de un siglo literario

Lecturalia

Library Thing

Librofilia

Librosfera

Literatura infantil y juvenil actual

Webs culinarias:

Arte con café

Cocina.org

Cocina del mundo

Directo al paladar

Facilisimo

La cocina de Auro

La olla suiza

Recetas.net

Recetas de Euroresidentes

            Y recordad que en el Festival Internacional de Libros Comestibles no se gana ni se pierde, o mejor dicho, el premio es despertar la oxidada imaginación y pasar tiempo de calidad con nuestra gente, riéndonos y creando algo en compañía.