miércoles, 6 de mayo de 2009

Tengo una corazonada

Ambiciona honor, no honores (Francesco Guicciardini)

Pues yo estoy completamente en contra de que las Olimpiadas de 2016 se hagan en Madrid. Me tacharán de rara, que por aquí todo el mundo anda emocionado con la visita del COI, pero nunca me ha gustado formar parte de un rebaño y sí decir lo que pienso (obviamente, no soy la única que opina de esta forma, aunque a veces hablando con la gente me dé esa impresión).

Y pienso que ojalá fuera todo tan bonito como lo pintan. Que el deporte fuera una forma de unir los pueblos y de fomentar la vida sana, que unas Olimpiadas proporcionasen solo cosas buenas a la ciudad donde se celebran, pero no, la realidad no es así.

Tenemos un alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, para quien la construcción de una carísima Villa Olímpica (900 millones de euros aproximadamente) y todo lo que tenga que ver con la posibilidad de los Juegos en Madrid para 2016 se ha convertido en una obsesión que casi roza la vergüenza masturbatoria. Ahora que los miembros del COI están en la capital, ha concentrado a gran parte del servicio de limpieza urbana alrededor de su hotel y de los lugares que visitan. Además, tiene la desfachatez de pedirnos que sonriamos si nos encontramos al comité por la calle.

Esta ciudad que va a desembolsar millones –por medio de los impuestos que van a pagar sus habitantes, sobre todo) ha sufrido severos recortes en educación pública. Mi cuñada trabaja en una escuela infantil y el número de niños de 2 años que tiene este curso casi ha duplicado a los del pasado, por poner un ejemplo. Estamos hablando de una ciudad donde las salas de urgencias de los hospitales públicos son una vergüenza. Donde en horario escolar, cuando se supone que está prohibido por ley, hay menores de edad corriendo y robando por las calles sin que nadie se ocupe de devolverlos a sus clases y de buscar a los adultos responsables de su explotación (porque está claro que lo que roban se lo dan a un adulto que les espera agazapado en alguna parte). Donde todavía hay poblados chabolistas. Donde la crisis ha hecho mella en tanta gente que está en paro o ahogados en su hipoteca. Donde la especulación urbanística se ha traducido en miles de pisos vacíos y de personas sin hogar. Donde faltan parques, y centros cívicos en los cuales gente de todas las edades pueda acceder a distintos cursos y actividades, donde no hay suficientes colegios públicos y sí demasiados concertados religiosos, donde el tráfico y la contaminación resultan asfixiantes… Suma y sigue.

Pero parece ser que Gallardón piensa que nos sobra el dinero.

Y repito, ojalá todo fuera tan bonito como quieren hacernos creer. Los países unidos en una sana competición, espectaculares shows que muestran la cultura y las tradiciones del país donde se celebran los Juegos Olímpicos, una apertura de mente para todas y todos… los medios de comunicación, los políticos de toda tendencia, multitud de personajes públicos parecen empeñados en hacernos creer en esta infantil quimera cuando la verdad es otra.

La verdad es que quienes se lucran con las Olimpiadas son las grandes multinacionales capitalistas que compran espacios publicitarios, como las marcas de refrescos de cola más famosas, las cadenas de hamburgueserías más conocidas, las compañías de teléfonos móviles y todas esas corporaciones que supongo que os podéis imaginar. Se lucran también los que son ya ricos en el país anfitrión, pero no el ciudadano de a pie –los Juegos generan empleo, sí, pero no tanto y la mayoría temporal-, ése se queda igual o peor, puesto que tiene que pagar más impuestos que antes. Eso o el dinero público destinado a otras cosas más importantes pasa a dedicarse al evento por antonomasia.

La verdad es que la mayor parte de las instalaciones de los Juegos Olímpicos son privatizadas tras el acontecimiento, para disfrute tan solo de una élite, después de haber sido edificadas con el dinero de todos los contribuyentes. Así ha sucedido en la mayor parte de ciudades anfitrionas. En el caso de Pekín, por ejemplo, los constructores privados tendrán la gestión de las instalaciones olímpicas durante tres décadas.

Por supuesto, ni que decir tiene que para construirlas muchas veces se destruyen barrios enteros y se confiscan tierras (una vez más, tenemos reciente en el recuerdo el caso de Pekín 2008).

Pero todas estas razones y más podéis encontrarlas a solo un clic en Internet, no es difícil. Soy consciente de que las Olimpiadas en Madrid modernizarían la ciudad de muchas maneras. Pero personalmente, no quiero una ciudad superfashion de la muerte. A mí me gusta mi ciudad castiza llena de barrios de toda la vida, esta capital que es al mismo tiempo cosmopolita y de pueblo, estos pocos pedacitos de vida auténtica que aún no se han comido las tiendas para anoréxicas y demás cadenas.

Y todo ese dinero que se va a destinar a las Olimpiadas si nos las dan, bueno, yo lo cogería y lo invertiría en educación, en espacios verdes, en centros culturales… entonces sí que se unirían los pueblos, entonces sí que mejorarían las cosas por aquí.

Señor alcalde, hacer de toda una ciudad su revista porno manoseada algún día le va a costar caro, que si la justicia no funciona siempre queda la conciencia, y usted sabe que en el fondo no le importa una mierda la gente ni Madrid, solo satisfacer ese ego gigante que tiene. Mejor váyase a un kiosco cercano, pídase una Penthouse y déjenos vivir.


El vídeo que ha hecho Gallardón para que se nos salten las lagrimitas

5 comentarios:

boopit dijo...

Primero: ¿Y el serial bollo?, creía que hoy habría la continuación!!

Juer con las Olimpiadas, ¿no hubo ya esta concienciación para las anteriores, cuando la candidatura se perdió?

Si, claro que se podría invertir en educación, cultura, sanidad, etc., pero esto se podría estar haciendo ya, y lo de las Olimpiadas es aún un reírse más en la cara de los que vivís en Madrid.

Claro que se le recordará a Gallardón si consigue que se hagan en Madrid, pero aún así no creo que fuera por méritos suyos mira que te digo.

Van a seguir haciendo lo que les salga del...

Hester Prynne dijo...

Jajjaa, boopit, ahora mismo pongo el serial bollo, lo estoy ultimando.
Y con respecto a tu comentario, estoy totalmente de acuerdo.

Anónimo dijo...

tendríais que ver lo bonitas que estan quedando las aceras del barrio de salamanca , que son justo las mas necesitadas de todo madrid , con su reciente remodelacion : todos a saltitos alegremente por las mañanas mientras observamos con una mezcla de incredulidad , pasmo y desesperación la operacion de maquillaje ¿No hay nada mas urgente en todo madrid ? no me lo creo . y eso que ahora es mi barrio. pero es superfluo , innecesario , estúpido . ... y si , ¿para cuando el serial bollo ? Un abrazo .

marta dijo...

Pues aquí en Chicago hay muchas otras prioridades también. Y si mencionas Chicago o Illinois a cualquiera, son sinónomos de corrupción y estafa. El COI estuvo a principios de abril y les montaron unas fiestorras de mareo con Oprah, Michael Jordan y demás celebrities. Hay un montón de escuelas públicas, que dependen del ayuntamiento, donde no hay ni biblioteca ni tizas.

PATSY SCOTT dijo...

Recuerdo que hace años en Suecia se les preguntó a los ciudadanos si les interesaba que Estocolmo se postulara como ciudad candidata para los Juegos Olímpicos (imagino que serían los de invierno, no recuerdo). Y se les preguntó justamente por el altísimo coste que suponen. Los suecos, muy sensatos ellos, contestaron que no.
Totalmente de acuerdo en no querer una ciudad superfashion - algún día hablaré de la transformación de Valencia y el coste social que supone convertirse en el no va más de la modernidad - eventos hípicos y circuitos incluidos...