lunes, 9 de mayo de 2011

Lara Logan, heroína

El sexismo es la base sobre la que se construye toda tiranía. Toda forma social de jerarquía y abuso está modelada en la dominación de los hombres sobre las mujeres (Andrea Dworkin

Lara Logan es una corresponsal surafricana que trabaja para el telediario de la cadena CBS, de EEUU. Esta experimentada periodista lleva cubriendo zonas en guerra desde hace dieciocho años. El pasado febrero, y tras haber sido detenida junto a su equipo por el ejército para después ser puestos en libertad, decidió valientemente seguir trabajando desde la plaza egipcia de Tahrir, centro de la conocida revuelta que acabó con el régimen de Hosni Mubarak.
La multitud –masculina- enloquecida, pronto consiguió apartar a Logan de los tres hombres que la acompañaban (dos compañeros de la CBS y un intérprete). De repente cientos de dedos anónimos empezaron a pellizcarle los pechos, a tocarle la entrepierna, todo… Alguien gritó que era judía e israelí, cosa que no es cierta, aunque da igual, la verdad, y allí ya se pusieron frenéticos. Le arrancaron la ropa y se la pasaron unos a otros. Logan asegura no haber sido consciente de que le estaban golpeando con astas de bandera en la cara porque solo podía sentir cómo decenas de manos la violaban por delante y por detrás, tirando de su cuerpo en todas direcciones y arrancándole el cuero cabelludo. Pensó que si gritaba dejarían de agredirla, pero esto les excitó aún más. Esta tortura duró los veinticinco minutos más eternos que alguien pueda imaginar, hasta que sus compañeros lograron que los militares fueran a rescatarla. Los desgarros internos (por las violaciones vaginales y anales) y externos (por los golpes) que sufrió la reportera os los podéis imaginar. Los del alma, creo que solo si se vive algo así pueden concebirse.
Unas semanas después, Lara Logan decidió contar por televisión la brutal violación en grupo que sufrió, con el fin de acabar con el silencio de muchas mujeres periodistas en el mundo, que son víctimas de todo tipo de ataques sexuales y no los cuentan para que nadie les diga que no deben hacer ese tipo de trabajos.
Porque, cómo no, nada más conocerse lo sucedido al día siguiente de la tragedia de Logan, los medios de comunicación y los infames comentarios que ahora todo el mundo puede hacer gracias a Internet, se plagaron de dudas y otras tribulaciones vergonzosas: ¿es verdad que le ha ocurrido eso? Es que es demasiado guapa… ¿no debería haberse cubierto en lugar de llevar ropa occidental? ¿por qué se arriesgó así, entrando en esa plaza?
Lara Logan siempre ha sido criticada por ser demasiado osada. Mientras que a sus homólogos masculinos se les considera “con un par de huevos”, reporteros de “los de verdad” y todas esas cosas, de ella se dice que siendo mujer, que siendo madre de dos niños, es demasiado atrevida.
Las periodistas, las viajeras, las mujeres en general estamos en deuda con Lara Logan porque ha tenido la valentía de dar la cara y relatar lo que le ha sucedido, lo cual la convierte en una reportera más fuerte, no más débil.
En cuanto a las revueltas árabes, más de la misma mierda patriarcal que no es solo patrimonio de oriente, por supuesto, sino que nos apesta también por estos lares. Las mujeres de Túnez, de Egipto, han demostrado su compromiso con la revolución. Sin embargo, ¿alguna vez no han estado al pie del cañón? Ni que su participación fuera una novedad: las iraníes lucharon contra el sah y contribuyeron a que Jomeini obtuviera el poder, las argelinas lucharon por la descolonización… de nada sirvió, de nada servirá cuando se lucha al lado de animales (¡pobres animales!) como los que violaron a Lara Logan.
Energúmenos que piensan (un 80% de los hombres egipcios, según las encuestas) que un marido debe dar una paliza a su mujer si esta habla con otro hombre. Egipto, donde el 85% de las mujeres han experimentado la horrenda práctica de la ablación, donde los ataques con ácido y los asesinatos de honor son pan de cada día… El Cairo, ciudad donde es típico que los hombres manoseen a las mujeres por la calle… Es lamentable que los tipos decentes que haya por ahí tengan que entrar en el mismo saco que estos violadores y asesinos de mujeres, pero eso no es culpa de nadie más que de los segundos.
Luchar mano a mano con estos hombres es inútil. Las revueltas acaecidas en Oriente Medio son meros parches. El único cambio verdadero llegará cuando se ponga término a la brutalidad infligida a tantas mujeres y niñas en todo el mundo, empezando por el tráfico sexual y pasando por todo tipo de vejaciones. La tragedia de Lara Logan es una prueba (si es que a estas alturas necesitamos una prueba) de que estas cosas no solo les suceden a las mujeres sin recursos o sin formación.
Por cierto que, aunque el ejército fue el que sacó a Lara Logan de la Plaza de Tahrir, el fin de su martirio empezó cuando de pronto unos ojos escondidos tras un nicab y unos brazos enfundados en un hiyab abrazaron su cuerpo desnudo, tan solo algunos jirones de ropa aún sobre su piel, y un grupo de mujeres la rodeó, haciendo barrera contra los violadores. Fueron las egipcias acampadas allí las que la salvaron.
Esta imagen muestra a Lara Logan momentos antes de ser atacada. Es una foto muy importante porque detrás aparecen algunos de sus violadores. Nadie ha sido detenido ni perseguido por este crimen brutal. Es más, la mayoría de los medios de comunicación que han mostrado esta imagen lo han hecho tapando sus rostros. ¿Por qué? Ponedla en todas partes, que todo el mundo les conozca.

jueves, 5 de mayo de 2011

Estoy aquí

No seas de las que no hacen nada porque no lo pueden hacer todo. Haz algo. Cualquier cosa. (Colleen Patrick-Goudeau)

No me fui. Tampoco necesitaba un respiro. Estaba aquí, con los pies en la tierra y la cabeza en el tornado. Planeando estrategias que transformaré en abecedario para esta nueva etapa de La Letra Escarlata. Vuelvo con un plan no apto para insulsas. Enfadadísima de una forma creativa. Arremangada. Feminista a tope. ¿Te vienes?
 Seré postfeminista en un postpatriarcado