lunes, 22 de junio de 2009

Cuatro años, un montón de proyectos

Siempre quedará mañana, la mañana de mañana junto a ti… (Mikel Erentxun)

Innumerables las cosas que me han enamorado de ella. En un primer momento, nada más conocernos, esa inquietante familiaridad de quien encuentra algo que no sabía que había perdido. Con el paso de los días la mirada, la voz, su olor, su cuerpo, esos besos. Con el paso de los meses, la necesidad de ella, las insignificancias comentadas al otro lado del teléfono, las bromas que son cosa de dos. Con el paso de los años, su forma de ver la vida, su indignación, sus abrazos, su risa, sus manos, su inteligencia, su gente, su futuro. Pero sin duda lo que más me maravilla, lo que me vuelve loca, lo que desboca mi admiración, es su bondad. El desinterés de su generosidad, la ternura con que se enfrenta a esta vida áspera, la enormidad con la que se da, la paciencia con la que cuida, la seguridad de su respiración acompasada junto a mí en mis noches desveladas.

Todo va a salir bien, mi niña.

miércoles, 17 de junio de 2009

Mañana será demasiado tarde

Mañana será demasiado tarde (Marjane Satrapi)

Marjane Satrapi, autora de la novela gráfica y autobiográfica Persépolis, así como de otros comics altamente recomendables, convocó ayer una rueda de prensa en el Parlamento Europeo para emplazar a la comunidad internacional a que no acepte la reelección del radical Mahmud Ahmadinejad. Satrapi dice que “lo que ha sucedido en Irán no es ni siquiera un fraude, es un golpe de estado”.

Así, la artista presentó un documento del ministerio del interior iraní en el que aparecía un recuento de votos que daba como claro vencedor a Mir Hosein Musavi, candidato apoyado por los sectores más reformistas de Irán, como son los jóvenes y las mujeres. El documento establece "que el número de votos para Musavi es de 19.075.723, para (Mehdi) Karubi, 13.387.104, y para Ahmadinejad 5.698.000: eso es todo. Representa el 12% de las papeletas, no el 62%" del apoyo anunciado al presidente iraní, afirmó. “Reconocer la legitimidad de Ahmadinejad significa no reconocer la legitimidad del pueblo iraní.”

Irán es la única república islámica (o de cualquier religión) del mundo, régimen que se estableció en 1979, tras las revueltas populares contra el sah que tan bien retrata Azar Nafisi en Leer Lolita en Teherán. Esto significa que el líder supremo de Irán (actualmente, Alí Jamenei, y el más famoso, el ayatolá Jomeini) es el equivalente al jefe de Estado. Es una figura religiosa que ostenta la autoridad máxima en cuestiones políticas y religiosas. Después del líder supremo, la figura más importante es la del presidente, jefe del Ejecutivo y responsable de que la Constitución islámica sea obedecida.

Mahmud Ahmadineyad es presidente de la República Islámica de Irán desde 2005, y anteriormente fue alcalde de Teherán. Es un conservador islamista que niega el Holocausto judío, cosa realmente absurda a estas alturas. También niega que haya homosexuales en Irán, “no existe ese fenómeno”, añade.

Su victoria electoral ya fue cuestionada en 2005, pero ahora ha sembrado aún más dudas. La gente se ha echado a la calle y la represión policial ha sido sanguinaria, saldándose con varios muertos. Ahmadineyad no permite a la prensa extranjera recoger testimonios gráficos de lo que está sucediendo aunque en la era de Internet le está resultando muy difícil contener los twitters, blogs, youtubes y demás plataformas de libertad de expresión.

Marjane Satrapi se ha atrevido a alzar la voz pese a los riesgos que corre por hacerlo. La comunidad internacional, especialmente quienes están en el poder, no deberían quedarse con los brazos cruzados. Tendrían que exigir transparencia de modo que por fin Irán pueda avanzar hacia la democracia y la igualdad de los sexos, así como relegar la religión al ámbito privado.

lunes, 8 de junio de 2009

Me ha salido mi primera arruga


Aprender a no ser joven es el aprendizaje más largo y más difícil de la vida (León Daudi)

Envejecer es una fiesta sorpresa. Llegas a tu casa tan tranquila y salen personas de todos los rincones para vitorearte. De detrás de la cortina, de debajo de la cama, del respaldo del sillón, de entre las patas de la mesa del comedor. Y cómo te alegras de ver a algunas, y cómo te angustia encontrarte con otras que creías agua pasada y que quien fuera que miró tu agenda para convocar a todo el mundo telefoneó inocentemente.

No me lo esperaba, muchas gracias a todos, muchas gracias, qué sorpresa.

No me lo esperaba.

Ayer está demasiado cerca. Todavía me huele la ropa a veinteañera.

Pensé que los límites de cada etapa vital estaban bien definidos.

Nota para mañana: comprar crema facial antiaging y dejar de pensar que soy inmortal.