La soledad otorga belleza a la vida. Le da un toque especial a las puestas de sol y hace que el aire de la noche huela mejor (Henry Rollins)
Esta es una de esas noches en las que me toca ser la centinela de mi teclado. En estos últimos tiempos son muchas más de las que me gustaría, pues mi bruja y yo estamos trabajando y trabajando y trabajando para poder pagar los costes de la bollomaternidad. Y hablando de mi bruja, he intentado despertarla para que viese conmigo los fuegos artificiales que han culminado las fiestas de San Isidro, pero no se ha dejado engatusar. Pobrecita, que mañana madruga mucho.
Así que yo sola me he apoyado en la barandilla de mi balcón y los he mirado mientras me tomaba un café. Qué bonitos. Después he leído el periódico online y me he enterado de que ha muerto Benedetti. Qué tristeza.
Pero gracias a la red de redes, la negrura de la noche no me afecta tanto cuando estoy trabajando.
Internet es un bálsamo para las insomnes empedernidas que pasan mucho tiempo en soledad, día y noche, como es mi caso. Su condición de “en vivo y en directo” me trae consuelos absurdos pero que a mí me hacen esbozar una pequeña sonrisa.
Por ejemplo, esta madrugada Farala me ha dejado un comentario en mi post anterior y Suigeneris ha actualizado uno de sus blogs. Y yo, boba de mí, me las he imaginado en sus casas, cerca de ventanas desde las que se ve una negrura similar a la de la mía, y me he sentido acompañada. Tres blogueras compartiendo el no sueño vía adsl. ¡Hola, chicas!
Más consuelo si cabe en esta época oscura en la que se mueren los poetas.
12 comentarios:
Mía, también, es la noche.
Yo me enteré esta mañana. Sabía que estaba enfermo, y que era mayor, y todo. Pero me costaba imaginarme que un día iba a no estar :-(
Sí... estaba...
Fumaba un cigarrillo mirando por la ventana de mi tranquila buhardilla... Un gato se deslizaba por el tejado de al lado, ignorante del sueño humano... tan sabio, que no quería hacer ruido...
Y mientras, las estrellas me enviaban su luz de hace miles y miles de años, como la memoria sin tiempo que nunca olvidan los poetas...
Porque todas las noches, de cualquier lugar del mundo, están llenas de versos...
Un abrazo.
Me declaro amante de la noche...y no me salvaré, ni me dormiré sin sueño. Mi poema favorito de Benedetti.
Un abrazo.
Yo me he despertado con la noticia en la radio. Que tristeza, que día más gris.
La noche me encanta, pero lo pago por las mañanas, me escondo para bostezar y, a veces, parece que se me desencaja la mandíbula. Quiero horario nocturno.
Precioso, Hester, gracias.
Por cierto, has sido galardonada (una vez más) con el Butterfly Award. Mmmuakasss ;-)
Como me gusta pasar por tu casa de tanto en cuando , sentarme un ratito contigo , con mi infusion y mi ventana abierta, mis propias estrellas y mis desastres , retazos de tu mente directos a la mía ... si , tambien de noche .
lamentablemente no esscribo tan bien como tu , y nunca se qué comentarte que pueda resultar interesante .
de todos modos , te deseo unas buenas tardes-noches con tu bruja . De esas de charlita y brisa suave .
Dulces sueños .
P.A.
En el programa de radio donde participo como opinologa leímos uno de sus poemas en su honor.
Pd, Feliz día internacional contra la homofobia atrasado, no pude deseartelo antes!! Claro que según mi postura habría que dedicarle todos los días a la lucha contra esta enfermedad , porque no son más que enfermos mentales quienes piensan de ese modo tan discriminativo. Por supuesto que salí a la calle de la mano con mi pareja, al igual que cada día ya que para mí es esto un orgullo.
Un besito!!
No hay consuelos inútiles, tenemos tantos... la poesía, las noches, las estrellas, los sueños, las fantasías...
Me sumo a la legión de noctámbulas.
Me gusta la casa en silencio, la luna que me mira por la ventana y a partir de ahora, la compañía silenciosa de las blogueras de la noche. Precioso tu post.
Soy amante de la noche y de la lluvia, juntas y por separado.
A las 12 de la noche empieza mi hora bruja, que muere al nacer el alba. Ese es mi horario de vacaciones. Dicen que me pierdo lo hermoso de las madrugadas. No lo pierdo, lo disfruto antes de irme a dormir. En período laboral pierdo lo más hermoso: la noche profunda y sus silencios cómplices.
Publicar un comentario