jueves, 19 de febrero de 2009

Violencia machista, caso II: SERGI XAVIER MARTÍN MARTÍNEZ

El racismo se construyó a partir de una realidad también económica, política y culturalmente milenaria, el sexismo, en la cual los poderes y los recursos se encontraban en manos de los hombres, siendo las mujeres prácticamente propiedad de los hombres. El racismo, reafirma el sexismo e incorpora en su seno las diferencias sexuales y la superioridad de los hombres sobre las mujeres como una característica inherente y constitutiva de esa ideología. Del mismo modo el sexismo incorpora a la diferenciación racial como una categoría de estratificación, creando una pirámide que no solo está marcada por la diferenciación sexual sino también por la distinción racial, que reafirma, como se planteó anteriormente a lo blanco como prototipo de lo humano en contraposición de lo negro relacionado siempre con lo no humano o lo menos humano.
Desde esta perspectiva, es imposible en la actualidad comprender el racismo de manera aislada al sexismo. Del mismo modo, no se pueden aislar las consecuencias sociales y culturales del racismo de las consecuencias de la estructura racista sobre las condiciones particulares de las mujeres […] (Epsy Campbell Barr. Texto completo aquí)
Si en el post anterior escribía sobre mobbing y violencia machista, en este me gustaría hacerlo sobre xenofobia y violencia machista.
            El sujeto que quiero poner de ejemplo en esta entrada es ni más ni menos que el violento joven del tren de Barcelona, ese paleto macarra llamado Sergi Xavier Martín Martínez. Tristemente famoso por su brutal agresión a una adolescente ecuatoriana de tan solo dieciséis años en octubre de 2007, el tipo de veintiún años vuelve hoy a la actualidad porque empieza el juicio contra él. Él, que se mostraba tan envalentonado en ese vagón de Sant Boi de Llobregat, hablando por el móvil con un colega y diciéndole que estaba delante de una “inmigrante de mierda”, según testimonios recogidos posteriormente, hoy se presenta acojonado ante el juez, diciendo con el rabo entre las piernas que “me doy asco a mí mismo, ese día no era yo” y que “nadie merece lo que le hice a esa chica”.
            ¿De verdad estás tan arrepentido, Sergi Xavier Martín Martínez? Entonces explícanos por qué ni tú ni tus amigos habéis parado de acosar a la adolescente ecuatoriana desde que te denunció. La pobre chica ha tenido que cambiar de look por completo, se ha mudado a otro piso por miedo, se ha cambiado de instituto, su madre también se ha teñido el pelo para no ser reconocida y poner en peligro a su hija… la adolescente agredida está traumatizada y su madre cuenta que ya no es la misma, que tiene ataques de pánico y se muestra decaída. Está recibiendo tratamiento psicológico. Bienvenida a España, la tierra del sol y la sangría. Ah, pero que no eres un europeo blanquito y forrado, entonces toma patada. Y todo, qué injusto, por un menda como tú que no le llega ni a la suela de los zapatos.
            Sus excusas, bastante difíciles de probar, de que iba bebido y drogado (su víctima dice que no parecía borracho ni colocado), no le eximen de su responsabilidad. Vamos a ver, si yo me pillo la cogorza del siglo o me tomo un éxtasis os aseguro que no me pongo a insultar ni a pegar a nadie. Ni yo ni muchos hombres ni mujeres que conozco. Así que espero que eso no se tenga en cuenta en el juicio.
            Antes de seguir, quisiera que volviésemos a ver el vídeo, aunque sea bastante desagradable:

            Bien, pues como podéis comprobar, aunque no lo oigamos, se ve cómo Sergi Xavier Martín Martínez insulta a la niña, porque es casi una niña, y luego la golpea y le asesta una buena patada. Imaginaos el pavor de ella, que viaja sola y que se da cuenta (es escalofriante) de que nadie está dispuesto a ayudarla. Es bastante difícil ponerse en su pellejo porque tuvo que ser una situación terrorífica.
            Así pues, en los medios se habla de racismo al igual que en el caso sobre el cual escribí ayer se hablaba sobre todo de acoso laboral. Pero, ¿y qué pasa con la violencia de género, que siempre queda oculta?
            No dudo de que Sergi Xavier Martín Martínez odie por igual a los hombres ecuatorianos o de cualquier otro lado que no sea su minimundo ignorante y podrido, pero, ¿se atrevería a hacerle lo mismo a un marroquí, a un camerunés, a un colombiano? Lo dudo. Pese a su estética skin, desde luego no es uno de esos tochos neonazis que parecen armarios empotrados. Así que puede haber presumido todo lo que quiera de haber "pegado a un moro" (eso iba diciendo por el móvil también), que no se lo cree nadie.
            La clave está en el vídeo que acabamos de ver. En él, Sergi Xavier Martín Martínez le toca UNA TETA a la víctima. Bueno, más que tocar, se la retuerce. Eso tuvo que doler y mucho. He ahí, pues, la respuesta a la pregunta: ¿estamos ante violencia de género? Claro que sí, estamos ante una agresión racista y machista. No lo olvidemos, pese a que los medios de comunicación solo hablen de racismo.
            No pretendo victimizar a las mujeres haciendo de todo una agresión machista, solo quiero poner palabras a los silencios y crear conciencia de que uno de los problemas más devastadores y contra los que todo gobierno debería luchar como tema prioritario es el terrorismo de género.
            Las mujeres no deseamos que los gobiernos sean nuestros papás que vienen a salvarnos de los malos, de hecho, siempre hemos sido nosotras solas las que hemos tenido que hacernos cargo del machismo al haber sido ignoradas por el poder, así que está claro que nos valemos por nosotras mismas. En lo que creo que estaremos todas de acuerdo es en que la hipocresía que impera entre la clase política es vomitiva. Tanto hablar de crisis, de terrorismo y de otros asuntos y luego ignoran lo verdaderamente importante, que es que la mitad de la población de este planeta se ve discriminada y agredida en aspectos tanto físicos como psicológicos o laborales, llegando en los casos más extremos (que no por ello infrecuentes, como todo el mundo sabe) a morir, solo por el hecho de ser mujeres.


Sergi Xavier Martín Martínez, el machote ario

6 comentarios:

Anastàsia dijo...

Menudo IMBÉCIL !!!
Pero a este gallito lo van a dejar sin plumas y cacareando...

dintel dijo...

Déjame dudar, Anastàsia.

Ico dijo...

Lo peor de todo es que nosotros mismo con nuestro lenguaje vamos fabricando esta xenofobia y sexismo. Por ejemplo ahora se habla de manera enmascarada o manifiesta de que una de las causas de tanto paro es de la inmigración... bienvenido cuando los necesitamos y cuando esquilmamos el oro de América.. ahora son seres desechables y causa de nuestros males.

Marcela dijo...

Está claro que es una agresión machista; los insultos y la forma de agredir tiene un componente sexual muy alto que no lo tendría en caso de haber sido la víctima un varón. Invisibilizar la violencia machista es una forma de no darle el lugar que le corresponde, es una forma más de violencia contra las mujeres.

Anónimo dijo...

La mayoria de los españoles son igual a el...no creo que sea realmente nazi, se exito un momento y manifesto excesivamente un sentimiento colectivo en España.
De hecho la sociedad española en su conjunto y el gobierno es cada dia mas violenta con los extranjeros.
Los españoles intentan mostrar a pibes como este Xavi como casos excepcionales,pero no es asi, en España incluso existe la aplicacion sistematica de torturas en los Centros de Internamiento de Extranjeros...porque no denuncian eso mejor?,porque seguir jodiendo con este pobre imbecil cuando tienen a ministros y funcionarios que a diario hacen lo mismo?,no seais hipocritas.

Hester Prynne dijo...

Qué decirte, Anónimo, estoy completamente en desacuerdo con tus afirmaciones, por otra parte vagas generalidades, sobre los españoles y su violencia.
No sé de dónde vendrás tú pero en España hay de todo como en todas partes.
Es cierto que nuestra cultura tiene una herencia machista muy arraigada, y también que actualmente adolece de racismo en muchos ámbitos.
Pero también es verdad que también se va modernizando y que hoy en día gran parte de la sociedad no es machista ni racista.
Como también es verdad que casi todos los países del mundo tienen estos problemas. Así que tu visión sobre los españoles como mayoritariamente violentos, ni la comparto ni la comprendo.