miércoles, 5 de noviembre de 2008

Barack, lee a Wilfred


Yes, we can (Barack Obama)
Ayer hizo noventa años que el poeta inglés Wilfred Owen (1893-1918) murió teniendo tan solo veinticinco, bajo el fuego de una ametralladora en la Francia de la Primera Guerra Mundial.
Cuando Owen ingresó en el ejército, no tardó en darse cuenta de la mentira que contaban los gobiernos, que son los que inventan las guerras que después sufren los pueblos: morir por la patria no es grandioso ni heroico, sino una verdadera mierda, por decirlo mal y pronto. Eso que decía Horacio de dulce et decorum est pro patria mori (morir por la patria es dulce y heroico) le parecía algo inventado por el poder para que los jóvenes se alistaran y fueran a la guerra. El inteligente muchacho escribió este hermoso poema al respecto (pongo primero la traducción y después el poema original):
‘Dulce Et Decorum Est’

Doblados como viejos mendigos bajo bolsas,
Chocando las rodillas y tosiendo como viejas, maldecimos a través del lodo
Hasta darle la espalda a las condenadas bengalas
Y empezar a arrastrarnos a un descanso remoto.
Los hombres marchaban dormidos. Muchos ya sin botas
Cojeaban calzados de sangre. Todos patéticos, ciegos todos,
Ebrios de cansancio, sordos incluso a los silbidos
De proyectiles decepcionados que caían más atrás.

¡Gas! ¡Gas! ¡De prisa, chicos! En un éxtasis de torpeza
Nos calamos torpes cascos justo a tiempo;
Pero alguno seguía pidiendo ayuda a gritos tropezando

Indeciso como un hombre ardiendo en llamas o cal viva.
Borroso tras los vidrios empañados y a través de aquella verde luz espesa,
Como hundido en un mar verde, lo vi ahogarse.

En todos mis sueños, ante mi vista indefensa,
Se abalanza sobre mí, se atraganta, se ahoga, se apaga.

Si en algún sueño asfixiante también pudieras seguir a pie
La carreta donde lo arrojamos
Y ver cómo retorcía los blancos ojos en la cara,
Una cara colgante, como un diablo harto del pecado;
Si pudieras oír, a cada tumbo, la sangre
Vomitada por pulmones de espuma corrompidos,
Obsceno como el cáncer, amargo como pus
De viles llagas incurables en lenguas inocentes,--

Amigo mío, no contarías con tanto entusiasmo
A los niños que arden ansiosos de gloria
Esa vieja mentira: Dulce et decorum est
Pro patria mori.


‘Dulce Et Decorum Est’

Bent double, like old beggars under sacks,
Knock-kneed, coughing like hags, we cursed through sludge,
Till on the haunting flares we turned our backs
And towards our distant rest began to trudge.
Men marched asleep. Many had lost their boots
But limped on, blood-shod. All went lame; all blind;
Drunk with fatigue; deaf even to the hoots
Of disappointed shells that dropped behind.

Gas! Gas! Quick, boys!—An ecstasy of fumbling,
Fitting the clumsy helmets just in time;
But someone still was yelling out and stumbling
And flound’ring like a man in fire or lime…
Dim, through the misty panes and thick green light
As under a green sea, I saw him drowning.

In all my dreams, before my helpless sight,
He plunges at me, guttering, choking, drowning.

If in some smothering dreams you too could pace
Behind the wagon that we flung him in,
And watch the white eyes writhing in his face,
His hanging face, like a devil’s sick of sin;
If you could hear, at every jolt, the blood
Come gargling from the froth-corrupted lungs,
Obscene as cancer, bitter as the cud
Of vile, incurable sores on innocent tongues,--
My friend, you would not tell with such high zest
To children ardent for some desperate glory,
The old Lie: Dulce et decorum est
Pro patria mori.

(1917)

(Traducción de Nicolás González Varela, extraído de este blog)
Después de estos versos magistrales, poco queda por añadir.
Ayer Barack Obama ganó las elecciones presidenciales de Estados Unidos. En un acto que a buen seguro devolverá la credibilidad a este país, sus compatriotas decidieron que, de una vez por todas, una familia negra debía ocupar la Casa Blanca. Obama tiene mucho trabajo por delante, pero espero que, como intelectual que es (ha escrito varios libros y estudiado en las mejores universidades con notas excelentes) lea a Wilfred Owen e impida que su gobierno mienta al pueblo. No es cool ni valiente ingresar en el ejército ni volver de un país del que ignoras todo dentro de un ataúd envuelto con la bandera. No necesitamos guerras en Afganistán, Iraq ni en ningún otro lugar. El cierre del campo de concentración de Guantánamo es urgente e imprescindible. Barack, enhorabuena. Barack, queremos la paz.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

change has come!

Anónimo dijo...

Yes we can!



Fdo: Eiki Usagi

farala dijo...

¡fuera las viejas mentiras!
¡viva el cambio!
¡si, hoy es un día histórico!
y mi hija me pregunta ¿por qué? y le miro a la cara y me fijo en sus ojitos y le digo "porque esto abre las puertas para que tu un día también puedas decir "¡nosotras podemos!"

dintel dijo...

Que no decaiga la esperanza.

Anónimo dijo...

Hey, ahora que me he metido en el mundo del blog, gracias a ti,te aseguro que eres autentica, todos tus comentarios. son realmente creibles y me transmiten bastante paz. He podido leer comentarios sobre la victoria de
Obama a traves de diferentes blogs y me quedo con el tuyo pues es el unico que tiene comentario coherentes y habla del hecho concreto, sin insultos y con miras al presente y unas miras de esperanza hacia el futuro.Desde luego si, quedemonos con la frase "yes we can" todo el mundo tenemos derecho a una oportunidad.Desde luego le han dejado un presente bastante fangoso, pero confiemos como personas humanas que somos y ayudemoslo con nuestras energias a que todo, poco a poco sea mejor.Besito LA COCHE.