miércoles, 25 de agosto de 2010
Bienvenidas a la República Independiente de Bragalandia
miércoles, 18 de agosto de 2010
Una buena decisión (rectificar es de sabias)
Cura: No, no iría si ese fuera el caso.
Esquimal: Entonces, ¿por qué me lo ha contado?
(Annie Dillard)
¿Quién no conoce a Anne Rice? El sonado comienzo de su saga vampírica, Entrevista con el vampiro, se convirtió en best-seller a mediados de los años noventa gracias a la película basada en dicho libro y de cuyo guión ella también fue la autora. No obstante, la novela es de 1973.
Interesada en los vampiros y en la brujería desde niña, siempre estuvo muy orgullosa de su ateísmo hasta que, en 1998 y para sorpresa de todo el mundo, se convirtió al cristianismo y declaró en la revista Newsweek que a partir de ahora “solo escribiré sobre Jesús, nuestro señor”. Además, añadió, si alguien le dijera que no fuese tonta, que se va a arruinar, ella respondería que “sería una tonta para toda la eternidad por haberle dado la espalda a mi Señor”. Rice llegó incluso a escribir una autobiografía acerca de su redención espiritual.
No obstante, a finales de julio de este año, Rice ha decidido abandonar el cristianismo y estas son las razones que ha esgrimido para la revista The Advocate:
Para quien le importe, y comprendo perfectamente que hay a quien no, dejo de ser cristiana. Estoy fuera. En nombre de Cristo, me niego a ser antigay. Me niego a ser antifeminista. Me niego a ser anti-métodos anticonceptivos. Me niego a ser antidemócrata. Me niego a ser antihumanista laica. Me niego a ser anticiencia. Me niego a ser antivida. En el nombre de Cristo, dejo el cristianismo y de ser cristiana. Encuentro sencillamente imposible “formar parte” de este infame grupo pendenciero, hostil y belicoso. Lo he intentado durante diez años. No he sido capaz. Soy una intrusa allí. Mi conciencia no me lo permite.

martes, 17 de agosto de 2010
Toda la vida juntas y toda la muerte también
Si no tengo amor, de nada me sirve hablar de parte de Dios y conocer sus planes secretos. De nada me sirve que mi confianza en Dios sea capaz de mover montañas.
Si no tengo amor, de nada me sirve darles a los pobres todo lo que tengo. De nada me sirve dedicarme en cuerpo y alma a ayudar a los demás.
El que ama tiene paciencia en todo, y siempre es amable.
El que ama no es envidioso, ni se cree más que nadie.
No es orgulloso.
No es grosero ni egoísta.
No se enoja por cualquier cosa.
No se pasa la vida recordando lo malo que otros le han hecho.
No aplaude a los malvados, sino a los que hablan con la verdad.
El que ama es capaz de aguantarlo todo, de creerlo todo, de esperarlo todo, de soportarlo todo.
Sólo el amor vive para siempre. Llegará el día en que ya nadie hable de parte de Dios, ni se hable en idiomas extraños, ni sea necesario conocer los planes secretos de Dios. Las profecías, y todo lo que ahora conocemos, es imperfecto.
(1 Corintios 13)
Pioneras y siempre involucradas en mejorar la vida de las lesbianas, Ina Mae y Stella pronto se convirtieron en modelos a seguir por las mujeres de su comunidad y por muchas lesbianas de Estados Unidos, reivindicando los derechos de estas así como la existencia de las madres lesbianas.
Ina Mae tuvo un papel muy activo en Affirmation, un colectivo lgtbq mormón, siendo la única mujer en liderarlo, mientras que ambas formaban parte de un grupo de lesbianas mayores llamado Women Over 50 and Friends. Asimismo, fueron fundadoras de Lavender Seniors, un colectivo lgtbq de la tercera edad.
Stella siempre fue feminista, nunca se cansaba de llamar la atención a cualquiera que hiciera un comentario sexista. Antes de que se extendiese la práctica, ella ya promovió el reciclaje en su entorno. Tanto Ina Mae como Stella participaron en muchas organizaciones caritativas. Ambas tenían un gran sentido del humor y hacían amigos por donde quiera que fuesen. Les encantaba viajar y fueron pasajeras en muchos de los cruceros Olivia, ya sabéis, esos para lesbianas que salían en The L Word y con los que todas hemos fantaseado.
Ina Mae y Stella estuvieron siempre, pues, dedicadas a hacer un mundo mejor para todos, en especial para las lesbianas.
Este verano, exactamente el día 17 de julio, ambas mujeres regresaban de una reunión familiar. Ina Mae iba al volante cuando sufrió un devastador ataque al corazón que la mató prácticamente al instante. Stella vio que su coche se precipitaba contra unos peatones, con lo que agarró como pudo el volante y decidió precipitarse contra una camioneta para salvarles la vida. Los peatones no sufrieron ningún daño y el conductor de la camioneta tan solo heridas leves, pero la valiente Stella no pudo sobrevivir al accidente.
Murieron juntas, tal y como habían vivido.
Fuera de su comunidad eran unas desconocidas, pero yo quiero rendirles un homenaje en La Letra Escarlata porque su pequeña aportación ha hecho del mundo un lugar mejor y porque su valentía al vivir siempre abiertamente su sexualidad ha hecho que todas nosotras, estemos en el lugar del planeta que estemos, seamos un poquito más libres.
En honor a Ina Mae Murri y a Stella Lopez-Armijo, ni un armario más. Vamos, chicas, todas fuera, se lo debemos.
lunes, 16 de agosto de 2010
Básicos para escribir terror
domingo, 15 de agosto de 2010
Tan fuerte, tan cerca
Y ahora, vayamos al libro que nos atañe. Como dije antes, Tan fuerte, tan cerca es la historia de Oskar Schell, un chaval de nueve años extremadamente inteligente pero traumatizado por la muerte de su padre en los atentados del 11 de septiembre.
Uno no acaba de entender muy bien las intenciones y propósitos de Foer (tal vez llamar la atención provocando valoraciones como la que a continuación se expone) al incluir páginas en blanco, otras literalmente ilegibles o aquellas en las que tan sólo se lee una frase… cuando no interminables sucesiones numéricas o fotografías traídas con excusas más que forzadas. En no pocas ocasiones se entienden -o al menos así lo aprecia quien suscribe- como fatuos fuegos artificiales, con más de anecdótico que de sustancial, que no hacen sino distraernos de la auténtica trama al recuperar antiguos, y ahora caducos, experimentos que nos retrotraen hasta el rupturista espíritu de la generación beatnik.
Aunque entiendo lo que quiere decir, no estoy de acuerdo con él. A mí me ha llegado muy hondo cada una de las páginas del libro, tanto las de texto como las que contienen imágenes. Como sucede con muchas cosas de este libro, no puedo explicar con palabras todas las sensaciones que me han provocado, pero si tuviera que escoger una sola, esta sería TERNURA.
sábado, 14 de agosto de 2010
Espacio transicional
Encuentra y reivindica tu propio tiempo y tu propio espacio, sea cual sea tu circunstancia vital. En la imagen, el despacho de Colm Tóibin. Para más habitaciones de escritores, aquí tenéis la serie de ellas que publicó el periódico británico The Guardian.
viernes, 13 de agosto de 2010
Chicas salvajes que escriben y leen y se quieren y cambian el mundo y no piensan (casi nada) en el amor y los pintalabios
He gozado de dos lecturas consecutivas de esas en las que no eres capaz de soltar el libro y la vida se convierte en una interrupción. Si estáis pensando en alguna novelita para las vacaciones, aquí tenéis dos que no creo que os fallen. Ambas, aunque muy distintas, tienen que ver, sobre todo, con la amistad y con la escritura.

La historia, ambientada en Jackson, Misisipi, a principios de los años sesenta, está narrada por tres voces, las de dos criadas negras llamadas Minnie y Aibileen y la de una universitaria blanca recién licenciada a la que todo el mundo llama Skeeter (mosquito), por no ser muy agraciada físicamente.
Como todos los estados del sur de EEUU, Misisipi era un lugar muy racista regido por las leyes segregacionistas conocidas como leyes de Jim Crow, resumidas en la frase separados pero iguales. Durante la década de los sesenta, la ciudad de Jackson fue testigo de muchas revueltas por los derechos civiles.
En ese contexto, las familias bien blancas viven intentando ignorar las reivindicaciones de los negros y explotando a sus criadas de color a cambio de unos cuantos dólares. Minnie siente mucha rabia por cómo les tratan y siempre está de mal humor, mientras que Aibileen, que siempre ha tenido un temperamento más afable, siente que desde que su hijo murió a causa de una paliza que le proporcionaron unos hombres blancos por utilizar un lavabo prohibido para los negros, se está envenenando por dentro.
En las vidas de estas dos mujeres entra la tímida Skeeter, que regresa de la universidad soñando con convertirse en escritora y decide conseguir testimonios de criadas negras para componer un libro con sus puntos de vista. Skeeter había tenido una criada que había sido para ella una madre, y deseaba honrar su memoria de esa forma.
Este proyecto demostrará a Skeeter que quienes creía sus amigas son en realidad un puñado de ricachonas crueles y racistas y que escribir un libro que quiere desmontar todo un sistema de clases puede salirle muy caro. Para Minnie y Aibileen, quienes ayudarán a Skeeter (Aibileen, de hecho, lo coescribe con ella), es aún más peligroso pero al mismo tiempo exorcizarán toda su rabia y contribuirán a dar una mayor visibilidad a los problemas de su gente.
Lo que más me ha gustado de la novela es que muestra dos caras de una misma historia: por una parte el racismo más repugnante y unas criadas que son más esclavas que empleadas domésticas (o “ayuda”, de ahí el título inglés), y por otro, los lazos de cariño tan fuertes que podían llegar a formarse entre ellas y las personas a las que servían, como el amor que siente Aibileen por la niña que cuida o el de Skeeter por la mujer que prácticamente le crió. La misma autora cuenta en un epílogo que en su casa trabajó una chica que fue casi como su madre y que durante su infancia nunca se planteó las injusticias que podría estar sufriendo esa mujer a la que luego dedica la novela.
Criadas y señoras me ha recordado en cierto modo a Tomates verdes fritos y bastante a La vida secreta de las abejas (la portada americana es, de hecho, una imitación de la de esta novela que también fue un exitazo en 2002, juzgad vosotras mismas haciendo clic aquí y aquí), así que si os gustó alguno de estos dos libros, seguro que la disfrutaréis.

Y digo que es mi descubrimiento estrella porque es una joya. Supongo que entraría en la categoría de literatura juvenil, porque es la historia de una adolescente cuyos padres están a punto de divorciarse, pero ya he comentado alguna vez que no creo mucho en esas etiquetas cuando la novela es, sencillamente, buena. Chicas salvajes es más que eso. Un canto a la amistad, a la escritura, a la naturaleza, a romper con lo que se espera de una para ser libres, a seguir tus deseos, un homenaje a las niñas que creo que voy a regalar a todas las niñas que conozco.
No digo más porque no quiero revelar nada, sus casi 300 páginas os sorprenderán y os harán sonreír una y otra vez.
La autora, es una estadounidense más conocida por sus novelas de ciencia ficción y fantasía, habiendo ganado incluso el premio Nebula, uno de los más importantes que se otorgan en este género.
Solo añadir que leer una novela de chicas que no tenga que ver con romances paranormales, popularidad o tíos buenos, sino que esté centrada en la amistad y la pasión por la escritura y por la naturaleza, ha sido el soplo de aire fresco más reconfortante de este caluroso verano.

jueves, 12 de agosto de 2010
El mundo interior de los chicos: tres libros.
Antes de nuestro proyecto de ser madres, yo había sido tía muchas veces (once en concreto, de ocho niños y tres niñas), por lo que el mundo infantil no me resulta ajeno en absoluto. Además, puedo sentirme orgullosa de contar con una buena colección de libros que muchas veces los adultos descartan pensando que son para críos y que, por tratarse de buena literatura, hablan a todas las edades y generaciones.
Cuando mi mujer se quedó –por fin- embarazada, de pronto me vino a la cabeza la idea de que podría tener un niño y no una niña.
Los magos (The Magicians), escrito por Lev Grossman y publicado en España por Ediciones B. Los magos es la historia de Quentin Coldwater, un muchacho brillante pero descontento con su vida. Para empezar, el hecho de ser casi superdotado hace que sus estudios del instituto le resulten aburridísimos. Además, está enamorado de su mejor amiga quien, por desgracia para él, sale con su mejor amigo. Quentin vive en Nueva York y sus padres son afables pero distantes. Él crece obsesionado con el mundo de las novelas de Fillory, que son una recreación del Narnia de C. S. Lewis.

En fin, acabé cayendo en las redes de esta historia tras varias recomendaciones insistentes y la verdad es que me he llevado una impresión favorable.
El protagonista es Ethan Wate, quien para nada es el tipo duro, frío y distante de las novelas de vampiros, sino un chico normal que ha perdido a su madre y sufre porque su padre se ha encerrado en su despacho, loco de la pena. Además, Ethan está muerto del asco en su pueblo sureño, lleno de convenciones hipócritas que le aburren a más no poder. Sus dos figuras maternas son Marian Ashcroft, bibliotecaria y mejor amiga de su madre y Amma, la empleada doméstica de su casa, que lleva toda la vida trabajando allí.
Si ya de por sí me gustó que hubiera representaciones femeninas tan fuertes, la sorpresa fue mayor cuando aparece en escena Lena Duchannes, la chica nueva del instituto que siempre tiene que haber en este tipo de libros y que nada tiene en común con Bella, de la saga Crepúsculo, lánguida y frágil, que lo deja absolutamente todo por un tío. Lena es, en Hermosas criaturas, la que tiene poderes y una personalidad compleja que Ethan, loco por ella, va desentrañando a lo largo de la historia, una historia que se remonta al pasado de las familias del pueblo y sobre todo a lo acontecido en la Guerra de Secesión.
Lo que más me ha gustado de la novela, además de que el papel de los personajes femeninos es –por fin- uno que puede servir de modelo de comportamiento a las chicas, es que los chavales también podrían intentar parecerse un poco más a Ethan, un muchacho apasionado por la lectura, deportista, sensible, cariñoso y que aspira a una vida mejor.
También me ha gustado el papel de los libros en la trama, que es fundamental –la biblioteca es un lugar mágico-. La novela está llena de alusiones literarias, como el hecho de que el tío de Lena sea como un personaje salido de Matar a un ruiseñor (Harper Lee). También me ha agradado el argumento histórico, pues te invita a aprender un poco más acerca de las poblaciones sureñas de Estados Unidos.
El defecto es que en ocasiones Hermosas criaturas se me ha hecho un poco larga. No por la cantidad de páginas –no me importa que las novelas sean muy extensas, es más, mis favoritas suelen ser larguísimas- sino porque a veces pueden pasan páginas y más páginas dando vueltas al mismo tema.
Por supuesto, las autoras ya están preparando el segundo libro de esta serie. Se va a llamar Beautiful Darkness (supongo que Hermosa oscuridad en español).

De los tres libros sobre los que he escrito hoy es, con creces, el que más me gusta. De hecho, me ha resultado apasionante. Cuenta la historia de Marcus, un adolescente de San Francisco a quien le apasiona la tecnología y se ha convertido en un poderoso hacker.
A lo largo de toda la novela, Marcus explica a los lectores todo tipo de curiosidades informáticas y creedme, yo no soy ninguna fan de los aparatitos, pero logra hacerlo de una forma tan interesante que te absorbe y te hace querer aprender programación y ser una infiltrada pirata navegando por redes ocultas.
Marcus y sus amigos –entre ellos otra hacker estupenda, una chica de origen coreano llamada Vanessa- se saltan un día de clase para participar en un juego de ordenador con una parte que tiene lugar en la calle, una especie de yincana cuyas pistas se dejan en la red y hacen que todos los jugadores recorran San Francisco en busca de los distintos tesoros. Es entonces cuando tiene lugar el atentado terrorista más grande de la historia de Estados Unidos, mucho peor que el 11 de septiembre, justo en esa ciudad. Al Qaeda vuela el Bay Bridge, uno de los puentes más largos del mundo y por el que circulan millones de coches constantemente. Los muertos son incontables.
Minutos después y sin motivo alguno, Marcus y sus amigos son detenidos y durante unos días, tratados por el ejército de su país como si fueran los culpables del atentado, a pesar de ser solo unos adolescentes. Los espeluznantes sucesos narrados en esas páginas recuerdan mucho a Guantánamo.
Cuando Marcus es liberado, descubre que San Francisco se ha convertido en un estado policial y que todos los ciudadanos son tratados como terroristas potenciales. Furioso por su detención y por la invasión de la privacidad que se está ejerciendo en todos los ámbitos, Marcus decide usar la tecnología para derrocar el nuevo régimen y volver a instaurar las libertades civiles.
Como habréis deducido, el libro toca temas muy actuales y denuncia la forma en que los gobiernos se enfrentan al terrorismo, así como el recorte de libertades y de privacidad impuesto a los ciudadanos y tan incompatible con la democracia. Todo ello en un lenguaje muy accesible, porque al fin y al cabo es una novela para jóvenes, pero al mismo tiempo con una pluma, bueno, mejor dicho tratándose de Cory Doctorow, con un teclado, soberbio.

martes, 3 de agosto de 2010
Calendario literario de agosto
2 de agosto de 1942 – Nace la escritora chilena Isabel Allende, autora, entre muchos grandes libros, de su famosa novela de realismo mágico La casa de los espíritus.
3 de agosto de 1920 – Nace P.D. James (Phyllis Dorothy, por si alguien se lo pregunta). Escritora británica de novelas policíacas, fue funcionaria hasta que con cuarenta y pocos años publicó su primera novela. Conclusión para quienes hayan tirado la toalla de sus sueños: ¡nunca es tarde si la dicha es buena!
3 de agosto de 1954 – Muere Colette, novelista francesa nacida en 1873. Su marido, Henry Gauthier-Villars, firmaba novelas populares, muchas de ellas ni siquiera escritas por él sino por sus colaboradores, a quienes explotaba impunemente. Al descubrir las facultades literarias de su mujer, no dudó en animarla a escribir. La serie de novelas de Claudine, basada en los recuerdos escolares de Colette, fue firmada por él en un primer momento. Colette acabó divorciándose de su marido y empezó una época de liberación, actuando en el music-hall y teniendo relaciones con mujeres. Además, su escritura mejoró notablemente.
3 de agosto de 1964 – Muere Flannery O’Connor, considerada una de las mejores escritoras estadounidenses del siglo XX. Su reflejo de la sociedad sureña, sobre todo en sus cuentos, le han valido un reconocimiento universal.
6 de agosto de 1816 – Triste día para todos los austenianos, pues Jane Austen concluye Persuasión, que marca el fin de su carrera literaria. La gran escritora moriría menos de un año después y Persuasión se publicaría de forma póstuma.
6 de agosto de 1934 – Nace Diane di Prima, poeta neoyorquina. Conocida por su activismo revolucionario, fue una de las pocas mujeres beat conocidas (era un movimiento cultural muy machista), luego también hippie. Fue profesora y, además de escribir poemas, se atreve con la prosa, el teatro y la autobiografía. Publicó sus últimas memorias en 2001.
10 de agosto de 1912 – Interesante bodorrio: Virginia Stephen toma como esposo a Leonard Woolf y adopta el apellido con el que pasará a la eternidad como una de las mejores escritoras de todos los tiempos.
11 de agosto de 1897 – Nace Enid Blyton, prolífica escritora inglesa de literatura infantil. Personalmente, puedo afirmar sin que quepa ninguna duda que yo amo la literatura gracias a ella, y que sus libros de Los cinco llenaron mis horas de niñez con mucha más alegría que ninguna otra cosa. Son mi mejor recuerdo.
11 de agosto de 1937 – La expatriada Edith Wharton muere en Francia, dejando inconclusa su última novela, Las bucaneras. Esta autora, famosa por su novela La edad de la inocencia, procedía de una rica familia neoyorquina. Sus memorias, Una mirada atrás, son de recomendable lectura para quien quiera conocer el Nueva York decimonónico de la alta sociedad.
12 de agosto de 1880 – Nace en Inglaterra Radlyffe Hall, autora del clásico de literatura lesbiana El pozo de la soledad, que causó un gran escándalo y fue sometido a juicios tanto en Reino Unido como en Estados Unidos. Tras heredar la fortuna de su padre, pudo convertirse en una mujer independiente y viajar así por el mundo, llevando una vida abiertamente lesbiana.
13 de agosto de 1818 – Nace la feminista y abolicionista estadounidense Lucy Stone, quien junto con otras importantes activistas como Elizabeth Cady Stanton o Susan B. Anthony, luchó por los derechos de las mujeres y de las y los negros.
13 de agosto de 1946 – Muere H. G. Wells, uno de los pioneros en el género literario de la ciencia-ficción. Fue toda su vida un militante izquierdista y de hecho su novela La máquina del tiempo trata de la lucha de clases. En otra de sus novelas, Ana Verónica, de 1909, critica la rigidez victoriana y el imperialismo británico, desde una perspectiva bastante feminista. Otras novelas conocidas son La isla del doctor Moreau y La guerra de los mundos.
17 de agosto de 1945 – Se publica Rebelión en la granja de George Orwell, una novela satírica en la que un grupo de animales logra expulsar a los seres humanos de su granja para comenzar un nuevo sistema político que acaba convirtiéndose en una tiranía brutal. Es una metáfora de la corrupción del socialismo soviético de la época de Stalin, pero puede leerse como símbolo de la corrupción que engendra el poder, venga éste del bando que venga.
18 de agosto de 1981 – Muere Anita Loos, guionista, dramaturga y novelista norteamericana conocida por su novela Los caballeros las prefieren rubias (1925), posteriormente convertida en una famosa película. Nacida en 1888, Loos tuvo una vida larga y fructífera en cuanto a escritos.
19 de agosto de 1936 – Federico García Lorca es asesinado por los fascistas debido a su antifranquismo y a su homosexualidad. Tenía tan solo 38 años.
21 de agosto de 1762 – Muere Lady Mary Wortley Montagu, aristócrata viajera y escritora británica, autora de una ingente correspondencia considerada de gran valor literario e histórico.