martes, 9 de diciembre de 2008

Lecturas invernales con taza humeante incluida

Mediante la lectura nos hacemos contemporáneos a todas las personas de todos los países y de todas las épocas.

Supongo que tendrá que ver con mi personalidad, la cual tiende a ser positiva (exagerada tanto en la alegría como en el dolor, pero en general indulgente conmigo misma y con el mundo, creo), pero el caso es que me gustan todas las estaciones del año. Es por ello que en ese sentido me encanta vivir en Madrid, ya que las tenemos todas, aunque no en extremo (el año que pasé en Saratoga Springs, Nueva York, eso sí que fue radical tanto en la nieve hasta la cintura como en el calor que te hacía desfallecer, en la explosión multicolor de la primavera y en los cientos de tonos de marrón y rojo del otoño. Increíble).

No ha parado de llover en varios días. Los tejados chorrean como sábanas lavadas a mano y el ruido de los incesantes coches queda amortiguado por la suavidad del agua mezclada con cemento. Tengo la fortuna de contar con dos puertas al mundo delante de mí cuando me siento a trabajar: la pantalla de mi ordenador, que me comunica y al mismo tiempo me incomunica con el exterior, y la ventana que da a la calle camaleónica que se mimetiza con el entorno según el día que haga. Hoy es gris.

Lo mismo que me alegra pasear por las calles con olor a flores de la primavera, me encanta tomar cervezas heladas en las terrazas de las plazas de la ciudad en verano y siento escalofríos de emoción cuando en otoño parece que todo empieza de cero y una es capaz de cualquier cosa, en invierno lo que me produce mayor placer es beber una taza de café bien caliente delante de una ventana, con un buen libro en el regazo. Sí, creo que vivimos precisamente para estos momentos de regocijo, cada cual los suyos, los míos tienen que tener olor a biblioteca, qué queréis que os diga.

A mí dependiendo de la estación me gusta leer unas cosas u otras, y cuando llega el frío los misterios y los novelones bien gordos me llaman como un queso gruyer a un ratoncillo. Como hago de vez en cuando, os recomiendo unos cuantos libros por si necesitáis ideas. Como digo siempre, el espacio de comentarios está abierto a vuestras propias recomendaciones, que serán bienvenidas de todo corazón.

Empecemos, pues, con la época victoriana, por la que siento un apego especial. Qué mejor que un día de perros para meterse de lleno en Cumbres borrascosas (Wuthering Heights) de Emily Brontë. Amores tormentosos en medio de los desolados y heladores páramos de Yorkshire. Todo un clásico y para mí un imprescindible. Y como un buen vino, sabe mejor cuando lo relees con el paso del tiempo.

No olvidemos a Dickens, tan invernal él, y su delicioso Cuento de Navidad (A Christmas Carol). ¿Os suena eso del fantasma del pasado, del presente y del futuro?. Más apropiado para las fechas venideras imposible. Cualquier libro del genial Wilkie Collins, que es algo así como el inventor de las novelas de misterio, también hará las delicias de cualquier persona ávida de palabras y emociones.

Otra de mis novelas favoritas de la época victoriana es la obra maestra La feria de las vanidades (Vanity Fair) the William Makepeace Thakeray. Larguísima, pero no por ello aburrida. Su personaje principal, Becky Sharp, es una de mis amigas ficcionales. La quiero.

Con respecto a los magníficos autores que han recreado el siglo XIX a mi gusto de forma magistral, os recomiendo a Anne Perry, que tiene dos series de misterio ambientadas en esa época, así como otra serie de crímenes navideños en novelas cortas que a mí me apasiona. Sarah Waters le da un maravilloso toque lésbico a la Inglaterra victoriana, aunque ahora está probando con otras épocas y por cierto, saca nuevo libro muy pronto. Sin olvidar a Margaret Mitchell y su inolvidable Lo que el viento se llevó (Gone With the Wind). La película la ha visto la mayoría. La novela es un tesoro que muchos aún tienen que descubrir.

También recrean la época El misterio de Wraxford Hall (The Séance) por John Harwood y El secreto de la novelista (The Widow's Secret) por Brian Thompson, ambos todavía a medio leer en mi mesilla de noche, pero que me están gustando mucho. Sobre todo el primero, porque a mí las mansiones terroríficas me vuelven loca.

Cambiando de época, mi bruja y yo solemos leernos en voz alta muchas noches. Como quien ve la tele, nosotras nos enganchamos al papel. Ahora estamos con El niño robado (The Stolen Child) por Keith Donohue y os aseguro que es mágico.

Hablando de magia, J. K. Rowling acaba de sacar Los cuentos de Beedle el Bardo (The Tales of Beedle the Bard), una colección de cuentos preciosa que quien ha leído el último Harry Potter recordará bien.

Y si lo que os apetece son unas buenas biografías, mis sugerencias son las siguientes:

--Poseo mi alma (Possiedo la mia anima) por Nadia Fusini, sobre la vida y la obra de Virginia Woolf.

--Fun Home (Alison Bechdel), la autobiografía de una maravillosa creadora de cómics, claro está, en viñetas. Y quien aún crea que los cómics se quedan en la superficie es que no ha leído a Bechdel, ni a Marjane Satrapi, ni a Alan Moore, ni…

--Los sueños de mi padre (Dreams from my Father), de Barak Obama. Sí, escribe bien y además la publicó antes de siquiera soñar que sería presidente. La infancia y la juventud de un hombre mulato en un Estados Unidos lleno de posibilidades y al mismo tiempo de barreras.

--Ella, tan amada (Lei così amata) por Melania G. Mazzucco sobre la interesante vida de Annemarie Schwarzenbach, escritora, arqueóloga, fotógrafa, periodista y viajera.

--La hija de la amante (The Mistress’s Daughter) por la genial A. M. Homes, acerca de su experiencia como niña adoptada. No esperéis dulzura por parte de esta mordaz escritora.

Creo que por ahora ya tenéis suficiente. Para leer o para regalar estas Navidades De todas formas, si aún tenéis más hambre, os remito a mis múltiples posts sobre libros en la antigua Letra Escarlata y en esta.

FELIZ INVIERNO

9 comentarios:

Hopie dijo...

I have to say it's pretty rainy here too. Nothing like those white winters in Saratoga! Sure, you couldn't go outside for more than 20 minutes at a time for fear of frostbite, but it was beautiful and you sure felt like you deserved spring when it came!

All of the books I've read on your list are ones I love, so I'm going to have to take some of your recommendations! One of the best books I've read recently is a compilation of short stories by Neil Gaimen called Fragile Things. It sort of mixed "real life" narrative with magic/surreal/phantom elements. I highly recommend it if you can get your hands on it.

Anónimo dijo...

das un gusssto inhumano sista!!

Anónimo dijo...

Thanks for the suggestion, Hope! Seeing how passionate we were for the same books back in college I'm sure I'm going to love it!
********
Dasista, yaaa veees... :-)

Anastàsia dijo...

Totalmente de acuerdo con los de la época victoriana . Yo también leí Cumbres Borrascosas en un país donde la nieve te llegaba por la cintura...Pero eso fué cuando aún tenia tiempo para mi ... Tomo nota de tus recomendaciones.
Qué bonito que os leais en voz alta... Yo eso sólo lo hago con mis hijos...

dintel dijo...

Olé, olé y olé, mi estimado Wilkie Collins. Por cierto, has conseguido que relacione victoriano, cotigo (tengo aún clavado cierto mantelico en la retina.

Felices lecturas y próspero bolsillo lector...

malavida dijo...

ah pero como me gusta cuando hablas de libros y tazas humeantes, haces una mezcla que se antoja con o sin frío : )

evargas dijo...

He impreso tu post.
Gracias por las recomendaciones

farala dijo...

ay made, ya no puede mi visa con esta lista que tengo en amazon..., me la has aumentado en 6 títulos!!
besos

Anónimo dijo...

¿Para leer estas Navidades? ¡Por favor! Esto es lectura para todo un año ¿De dónde sacas tanto tiempo? :/

Pues ¿sabes qué? Me lo impreso también.