lunes, 16 de marzo de 2009

Letras y cartas

Convencionalidad no es moralidad (Charlotte Brontë)

Dos aniversarios que me apetece recordar.

En primer lugar, tal día como hoy pero en el año 1850 se publicó La letra escarlata (The Scarlett Letter) de Nathaniel Hawthorne, cuyo título da nombre a este blog y de cuya protagonista, Hester Prynne, he tomado prestado mi pseudónimo (por cierto, ¿os he dicho alguna vez que mi verdadero nombre es Gloria? Bonito, ¿verdad? Aunque Hester ya es igual de mío, son muchos años ejerciendo).

Nathaniel Hawthorne (1804-1864) nació en la localidad de Salem, Massachusetts, cuya belleza me volvió loca de felicidad cuando la visité hace unos años. Su verdadero apellido era Hathorne, pero le añadió la w para no ser asociado con su pariente John Hathorne, sanguinario juez en los famosos juicios por brujería que tuvieron lugar en el mismo Salem en 1692-3. Sus obras suelen estar centradas en la maldad humana y son de una psicología oscura y compleja.

En concreto, La letra escarlata cuenta la historia de Hester Prynne, que da a luz a una niña tras cometer adulterio. Como castigo, Hester debe llevar en todo momento una letra A (de adúltera) de color rojo cosida en su ropa. Es por ello que decidí tomar el nombre de Hester y el título de la novela. No me siento identificada con la personalidad de la protagonista pero me gusta la fuerza de la historia y el poder del lenguaje, de las letras sangrientas que te determinan la vida. Me pareció un título adecuado para mi blog y sin duda alguna os recomiendo esta novelita de cuya publicación hace hoy exactamente 159 años.

El segundo aniversario es el de la escritura de una carta, pues hoy, pero en 1837, mi adorada Charlotte Brontë (1816-1855) respondió con su portentosa pluma al poeta laureado Robert Southey (1774-1843), quien le había escrito lo siguiente cuando ella le pidió consejo (copio de la traducción que Juan Gabriel López Guix ha hecho de la biografía de Charlotte Brontë escrita por Lyndall Gordon):

Señora:

[…] La literatura no es asunto de mujeres, y no debería serlo nunca. Cuanto más ocupada esté con sus propios deberes, menos placer obtendrá de ella, ya sea como perfeccionamiento o como ocio. No ha sido usted llamada a estos deberes, y cuando lo sea, tendrá menos ansias de celebridad […]

Charlotte le responde con corrección, cosa que deja satisfecho al misógino Southey, que por muy poeta laureado que fuera no es capaz de captar la ironía subyacente en la epístola de la que se iba a convertir en una de las figuras literarias más importantes de la historia, quedando él en un segundo (o tercer) plano:

Por las noches, lo confieso, pienso, pero nunca molesto a nadie con mis pensamientos. Evito con cuidado cualquier apariencia de preocupación y excentricidad que pudiera llevar a aquellos entre quienes vivo a sospechar de la naturaleza de mis búsquedas […]. No solo me he propuesto observar atentamente todos los deberes que una mujer debe realizar, sino que estoy profundamente interesada en ellos. No siempre lo consigo, porque a veces cuando estoy enseñando o cosiendo, preferiría estar leyendo o escribiendo, pero intento negarme a mí misma. […] Permítame una vez más darle las gracias con sincera gratitud. Confío en no volver a tener nunca más ambiciones de ver mi nombre impreso; de aparecer tal deseo, miraré la carta de Southey y lo reprimiré.

¿Fabulosa, verdad? Ja ja ja. Afortunadamente, Charlotte Brontë no cumplió con su promesa y, además de poesía y de un montón de novelas cortas de tema fantástico escritas en su juventud, podemos gozar de sus maravillosas obras largas: Jane Eyre, Shirley, Villette y El profesor.

7 comentarios:

farala dijo...

buenísimo post que para mi gusto es más que un solo post. Enhorabuena a todas por Hester prynne: por la de hawthorne y por ti

Hester Prynne, la transgresora, la mujer escarlata, el cuerpo femenino, la que lleva la "A" el principio de todo, la alfa del alfabeto. Pero también de Afable, Amable, amorosa, angelical, de la artista que borda su letra hasta hacer de esa ignominia una obra de arte

¡Gloria a Hester Prynne!

Anónimo dijo...

Ay, Farala mía, ¡¡¡qué comentario tan bonito!!! Muchísimas gracias...

dintel dijo...

Hablando así Farala, mejor callo... todo lo ha dicho.

Unknown dijo...

aaaaahhhh, como siento haber llegado tarde a este post, tarde para mi y para el programa de radio que hicimos rita y yo el miércoles pasado: "Las mujeres que escriben también son peligrosas..."

un placer como siempre pasar por aquí

Anónimo dijo...

Mariasimona, lo bueno de un blog es que nunca se llega tarde a un post, siempre están ahí para quien quiera leerlos... la que sí llegué tarde soy yo a vuestro programa de radio, ¡me hubiera encantado escucharlo! Un beso.

PATSY SCOTT dijo...

Magnífico libro, Hester/Olga y magnífico tu post.
"The scarlet letter was her passport into regions where other women dared not to tread."

Anónimo dijo...

¡Qué de cosas se aprenden siempre leyendote!