lunes, 16 de marzo de 2009

El tabaco, el respeto, el vicio

Dejar de fumar es la cosa más fácil del mundo. Lo sabré yo, que lo he hecho miles de veces (Mark Twain)        

Hace ya más de dos años que dejé de fumar, concretamente el 1 de enero de 2007. No me he vuelto a poner un cigarrillo en la boca y me siento orgullosa de mí misma. Creo que es lo mejor que he hecho por muchos motivos. El primero de todos ellos, mi salud. Cuando una persona deja de fumar, en un año reduce a la mitad su riesgo de padecer enfermedades coronarias y en quince años este riesgo es el mismo que el de una persona que nunca ha fumado.

            Además, así puedo respetar más a las personas que tengo a mi alrededor, como a mi bruja, que nunca ha fumado y que no tiene por qué verse apestada por su novia, con quien convive. Y si quiero ser madre, no quiero dar ese ejemplo a mis hijas e hijos.

            Por otra parte, una ex fumadora se da cuenta al instante de lo cómodo que es no fumar, sobre todo en otros países más avanzados donde ya no se puede hacer en ninguna parte. Recuerdo el año que pasé en Estados Unidos, y cómo tenía que salir a la nieve heladora a congelarme, envuelta en mi plumífero y con unos incómodos guantes, todo por un pitillo.

            Otro motivo que me impulsó a abandonar el hábito es la coherencia. Siempre me sentí muy incómoda por estar gastándome tanto dinero, regalándoselo a multinacionales capitalistas y explotadoras cuando podía no hacerlo. Además, fumar y ser ecologista no son actos compatibles.

            Esa es la clave, podía no hacerlo. Si estáis pensando en dejarlo, no es tan difícil, en serio. Claro que cuesta, sobre todo en esos momentos que tanto se asocian con fumar. En mi caso era precisamente estar sentada delante de mi ordenador, aunque también cuando me tomaba un café o salía de juerga una noche. Pero ahora ya no vinculo esos momentos con un cigarrillo, salvo, por supuesto, debido a lo mal que te huele la ropa cuando sales de un bar de copas. No fue tan difícil, merece la pena, me siento muy orgullosa de mí misma. No recaería por nada del mundo.

            Lo que personalmente me sirvió para dejar de fumar fue no caer en la tentación de consumir un solo cigarrillo (ya lo había intentado dejar antes y fue a causa de ese “por uno solo no va a pasar nada” que acabé volviendo). En mi caso, realmente lo conseguí a base de decirme: “si me fumo uno empiezo de cero a dejar de fumar, y todos los días que llevo sin hacerlo no me valen de nada, dejan de contar”. Esta fue mi técnica, no sé si le será útil a todo el mundo. Supongo que hay gente que preferirá otros métodos (doctores, parches, yoga, dejarlo poco a poco, cualquiera vale…) y supongo que habrá personas a las que les cueste más y otras a quienes les sea más fácil. Sea como fuere, dejar de fumar solo tiene ventajas.

            En mis años de no fumadora me he dado cuenta de dos cosas:

            En primer lugar, que los fumadores no son nada respetuosos. Supongo que yo fui igual. Es terrible lo mucho que fuman delante de los no fumadores. Se creen que diciendo "¿te importa?" la gente les va a contestar la verdad. Habrá quien lo haga, pero hay mucha gente que por no aguar la fiesta dice que no, que no le molesta.

            Y precisamente esta es la segunda cosa de la que me he dado cuenta: a los no fumadores les cuesta defender sus derechos. Suelen tener miedo a parecer muermos, fascistas o qué se yo qué, por lo que a menudo exponen su salud y prefieren estar incómodos a hacerse respetar.

            Yo he quedado para cenar con amigas que se han negado a hacerlo en un restaurante donde no se permitía fumar, sin plantearse si quiera que en el grupo hay no fumadoras, y que mientras que ellas podían salir fuera a fumar un cigarrillo, por muy incómodo que esto fuera, nosotras no teníamos escapatoria.

            Ante este post, mucha gente me dirá lo que me han dicho ya con frecuencia cada vez que saco este tema. La típica frase de: “no hay nada peor que un ex fumador”.

            Ante lo cual, respondo: Sí, un fumador.

9 comentarios:

Marcela dijo...

yo lo dejé hace cinco años y tampoco he vuelto ni a probar una calada, fumaba dos paquetes diarios de ducados. Es un orgullo haberlo dejado y hay momentos en los que realmente me ahoga el humo en algunos bares. En mi caso, una de las cosas que me llevó a dejar de fumar fue que veía incoherencia entre ser feminista y dar las ganancias con mis pulmones a tanto explotador y embaucador. cada una nos buscamos nuestros métodos.

Ico dijo...

Pues debo ser rara porque yo dejé de fumar hace años... asociaba fumar compulsivamente con sufrir por amor... ahora que estoy bien no fumo.. ja..ja.. pero cuando salgo y tomo algún vino si me apetece fumo y cigarrillo .. y me gusta el olor del tabaco cuando alguien fuma a mi alrededor... otra cosa es la humareda de los bares.. para gusto colores...

PATSY SCOTT dijo...

Ante todo, te felicito.
Yo soy una fumadora empedernida de esas que lo deja de tanto en tanto para volver a caer como una idiota.
Ahora fumo tabaco de liar, que además de ser mucho más barato y menos adulterado, huele menos.
Sé que debo dejarlo. El problema está en tener una motivación (y veo que tienes unas cuantas) para contrarrestar el placer del cigarrito con el café o la copa de vino...

Concha Olid & Sonsoles López dijo...

Nunca fumé, lo cual no significa que no sepa el valor de no dejarse manipular...

farala dijo...

un año el 7 de marzo pasado. creo que es lo más dificil que he hecho en mi vida. cada día me acuerdo del tabaco, el 90% de las veces para alegrarme de haberlo dejado... enhorabuena

farala dijo...

qué curios Hester!! llegué a Patsy scott ayer porque buscaba algo de daffodils y la primavera en madrid y encontré el de lavapies y estuve un rato leyendo otros posts y la linkee y ví que tu apenas la habías descuebierto unos días antes!!

Anónimo dijo...

Pues sí, acabo de descubrirla, es un blog interesantísimo, así como su negocio.
Toda la gente que me escribe siempre en el blog que quiere aprender inglés, si vive en Madrid les recomiendo que contacten con ella (cuyo enlace está unos cuantos comentarios más arriba).

Anónimo dijo...

..."El problema está en tener una motivación (y veo que tienes unas cuantas) para contrarrestar el placer del cigarrito con el café o la copa de vino"...

Te voy a dar una motivación poderosa: Descubrir a lo que verdaderamente saben un buen vino y un café aromático... :-)...

marga dijo...

dejé de fumar en mayo del 2007

desde entonces he fumado dos o tres cigarrillos en ocasiones especiales, dos de ellos recuerdo, estando vero internada, y mal

por lo demás coincido contigo en casi todo, y no me arrepiento de haber dejado

yo lo hice porque el cigarrillo me estaba matando, literalmente, además de esclavizándome, cosa que no tolero de nada ni de nadie

un abrazo