La disciplina matemática más difícil es aquella que nos enseña a contar nuestras bendiciones. (Eric Hoffer)
Debía tomarse varias pastillas al día, formaba parte del interminable proceso que algún día –cruzaban los dedos, se pasaban el día tocando madera- culminaría en la realización del sueño de ambas. Parece mentira, pero lo de ingerir esas enormes píldoras era lo que más le costaba. Mucho más que abrirse de piernas delante de un desconocido, más incluso que contestar con una paciencia rayana con la tolerancia las machaconas preguntas de la gente que no comprendía lo que estaban haciendo. Esos objetos –alargados, redondos, de engañosos colores atractivos- parecían querer asfixiarla, pretender atascarse a mitad de camino, convertirse en losas ahí, sobre la mesa, junto al vaso de agua.
-¿Cómo es posible que puedas tragarte un trozo de filete y no esto? No me vengas con cuentos.
Eso le decía todo el mundo, eso le decía hasta su compañera de sueños y despertares.
Las dos se sentaron a comer pasta. Al terminar, su mujer se dio cuenta de que no le había recordado que se tomase la pastilla que le tocaba a esa hora, la más grande de todas.
-¿Te has tomado el Gestagyn? –le preguntó con los brazos en jarra, dispuesta a echarle una regañina de esas que reciben los niños cuando el adulto no está del todo enfadado.
-Sí –respondió ella, lacónica.
-¿Cómo lo has conseguido esta vez?
-Con pan.
-¿Con pan, así, a secas? –bajó los brazos sintiendo una ternura que atragantaba más que todas las pastillas juntas, que le sobrepasaba y que solo ella era capaz de provocarle.
-No, con pan mojado en macarrones.
Su mujer no pudo evitar correr a abrazarla con los ojos llenos de lágrimas y la certeza de que nunca, nunca, podría terminar de expresarle su gratitud por todo lo que estaba haciendo para convertirla en madre.
12 comentarios:
Señora M. se toma las pastillas envueltas en jamón de york. No hay jamón de york, no hay pastilla.
Le voy a decir que pruebe lo de los macarrones ;-)
Qué majas sois :-)
Jajaja, Ave, vosotras sí que sois majas. Le pega mucho a Señora M. eso del jamón de york, sí, desde luego, no me la imagino tomándosela con una manzana o un tomate ;-) Un beso a las dos.
jajjaja, si pudiera, lo haría con jamon serrano, pero la vida es dura y había que elegir entre el pan con macarrones o la bronca como a los niños...
tienes la paciencia de una santa.
ánimo chicas!!
Que suerte se tienen la dos.
Besos.
un besazo lleno de macarrones... ¡¡¡esos niños van a salir forofos de la passsstaaa!!!!
ánimo para las dos! muy ingeniosa la artimaña para zamparse la pastillota.
Pero comes pan con los macarrones???
Abracitos salinos
Animo!! Que dentro de nada sereis familia numerosa comiendo macarrones con tomate.
Me las chafo y si no se pueden chafar, me las chafo. No sé tragármelas. Que para algo se inventó el turmix!!! ;)
Me imagino las que estaís pasando y se me pone la piel de gallina.
(El otro día veía una peli, en la que una de las protagonista le decía a la otra si tan sólo pudiera embarazarme de ti).
Y en lo personal, siempre he pensado que paso del tema aunque me encantan los niños, porque sería agregarles una dificultad más a la existencia que ya de por si es dura y que traerlos a este mundo es un acto egoista y bla bla bla.
Pero, una vez que te sientas, te convences que lo mejor podemos hacer por este mundo es llenarlo de gente criada con AMOR; como sé que van a ser vuestros hijxs.
Un abrazo y mucho ánimo con la pastillota (y si la machacaís y se la echa un zumo)
Lo peor no son las pastillas son las pequeñas y grandes desiluciones cuando te das cuenta que no es tan fácil como parecía ser madre... espero que tengan pronto buenas noticias...
Jo, cuánto me llegan las palabras de todas tus entradas. Qué pena que encima tengas toda la razón... (pena para mí). Estúpida de yo.
Mucho animo y chicas, eso de las pastillotas un rollo pero que le vamos hacer.
Besos y menos mal que hay macarrones y pan en este mundo.
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