sábado, 24 de octubre de 2009

Lo que ha pasado hoy

El único signo de superioridad que conozco es la bondad (Beethoven)

Hoy a mi bruja le han hecho la primera parte de la in vitro, es decir, después de un periodo de hormonación (la pobre se ha tenido que pinchar todos los días), le han extraído los ovocitos mediante punción para fecundarlos en el laboratorio y volvérselos a transferir cuando sea el momento (en dos o tres días). Para más información acerca de la fecundación in vitro, podéis leer esto. Es la técnica reproductiva estrella, a la cual hemos recurrido tras cinco intentos de inseminación artificial con resultado negativo. No queríamos llegar a este punto, pues el proceso de maternidad se medicaliza demasiado, pero nuestro deseo es tan grande que ha podido con todo, incluso con el desánimo y la congoja que entran a veces por llevar intentando durante ya un año lo que para otra gente es tan sencillo.

El hospital privado donde le han hecho la extracción de ovocitos, una intervención sencilla para lo cual, no obstante, ha recibido sedación profunda, pertenece a la clínica de reproducción asistida donde estamos recibiendo el tratamiento desde el primer momento. En esta clínica todo el mundo nos trata con cordialidad, como debe ser, y nuestra doctora es realmente encantadora. En el hospital, en cambio, el trato recibido hoy me ha dejado bastante triste. A lo mejor os parece una tontería, pero yo, hipersensible como soy a veces, lo que peor llevo es que me hablen mal y que me discriminen. Buf, es que me quedo varios días con un nudo en la garganta… la gente me ve muy combativa y muy activista, pero quien me conoce de verdad sabe que tras la fachada reivindicativa hay una llorona que no entiende por qué no siempre sale amor del amor y por qué a la gente se le olvida respetar o cuidar, cuando el respeto y el cuidado deberían regir nuestras vidas.

Los padres de mi bruja nos llevan al hospital porque yo no conduzco y ella no puede hacerlo tras la intervención, pues estará dolorida y sedada. Mi niña entra en quirófano y yo la miro alejarse, tan valiente ella, y le juro una vez más para mis adentros amor eterno. Me quedo en la sala de espera con mis suegros y una decena de personas más. Es en estos lugares donde tengo la ocasión de hojear el ¡Hola! y reforzar mi fervoroso republicanismo, pero esta vez lo único que puedo hacer es morderme las uñas e intentar responder coherentemente a la conversación de mis acompañantes.

Al cabo de media hora, la puerta del quirófano se abre y una enfermera dice con una voz potente:

--¿EL MARIDO DE BRUJA?

Yo me levanto y digo con una sonrisa, pero con firmeza:

--Soy yo. Soy su mujer

Todo el mundo en la sala de espera nos observa y yo me pongo como un tomate, pero ella parece no haberme comprendido, porque me mira y vuelve a decir:

--¿EL MARIDO DE BRUJA?

--Soy YO. Su MUJER. –insisto, ahora sin la sonrisa y con más firmeza mientras me acerco a la puerta del quirófano.

La enfermera vuelve a mirarme.

--Espere aquí –me dice, sin por favor ni nada. Y me cierra la puerta en las narices.

Pasan cinco minutos, diez, quince… ¿Qué ocurre? No puedo entenderlo. Sale otra enfermera distinta del quirófano y digo:

--Perdone, es que han llamado al "marido" de Bruja, les he dicho que soy yo, que soy su mujer, y ya no sé nada más… ¿ella está bien?

--Ah, claro –me responde con una risita-. Es que esperábamos a un marido, perdona… Si ella ya lleva un rato lista para irse, está esperando a que alguien la recoja.

Me hace pasar. Detrás de la puerta del quirófano hay un descansillo con un cuarto de baño y otra puerta abatible. La enfermera la cruza tras pedirme que aguarde allí mismo, que va a decirle a mi bruja que ya estoy allí. Yo me quedo pensando: ¿cómo que ya estoy aquí? Siempre he estado aquí. Y además, ¿por qué demonios asumen que mi bruja va a tener un marido, si deben tener un porcentaje bastante alto de pacientes lesbianas? Alucino…

Pasan cinco minutos, diez, quince… No entiendo nada. Sale la primera enfermera, la que vociferaba preguntando por el marido de mi bruja. Le explico la situación y me mira como si estuviera loca.

--¿Bruja? ¡Pero si se ha ido hace media hora! Se ha cambiado en este cuarto de baño, ¿es que no la has visto pasar?

Le aseguro que no ha podido pasar por allí, que ni sus padres ni yo nos hemos movido. La enfermera, erre que erre, como si yo no estuviera en mis cabales. Le ruego que vaya a mirar al quirófano y me jura y perjura que allí no está, que ella misma le ha hecho la cama cuando se ha marchado.

--¡Pero cómo no la has visto, si se ha cambiado en este mismo baño! -me repite.

¿Habré perdido la cabeza?, me pregunto. Me asomo a preguntarles a mis suegros si la han visto. Claro que no, me responden. Y se acercan preocupados. La enfermera, a quien no le da la gana mirar otra vez en el quirófano, nos dice que se habrá ido a la cafetería a desayunar, que hay una salida por el otro lado del quirófano, que será por allí por donde se habrá marchado. Yo le intento explicar que es completamente impropio de mi bruja irse a desayunar tan campante, o a cualquier otro lado, sin avisar a sus padres ni a su mujer, que la han acompañado al hospital y la esperan ansiosos.

Llega la segunda enfermera y se dirige a mí:

--¿Tu hermana lleva un pañuelo negro al cuello?

La miro con incredulidad. ¿Pero no le he dicho antes que soy su mujer?

--No es mi hermana –le digo-. Estamos casadas.

Se encoge de hombros, como diciendo que tampoco es para que me ponga así.

--Bueno, ¿lleva un pañuelo o no?

--No sé –respondo. Estoy tan nerviosa que no me acuerdo ni de cómo iba vestida ni de nada más.

Empiezo a preguntarme si la sedación habrá afectado a mi bruja y andará deambulando por ahí, enajenada. También barajo la posibilidad de que se haya desmayado por algún rincón. Por la cara de sus padres, me doy cuenta de que ellos están pensando las mismas cosas, o algo peor.

Nos recorremos todo el hospital, vamos a la cafetería, salimos a la calle, al coche… ni rastro de mi bruja.

Desesperada, decido ir a la clínica donde nos tratan normalmente, que está enfrente del hospital. Es mi último recurso antes de llamar a la policía –para contarles, ¿qué?-, tal vez la hayan mandado allí a recoger algunos papeles, no sé, no se me ocurre otra explicación… Le digo a mis suegros que me esperen en la puerta del hospital. Justo cuando voy a cruzar la calle, la madre de mi bruja me grita:

--¡Hester! ¡Está aquí!

Mi bruja está saliendo del hospital con expresión confusa. Yo me vuelvo y no puedo evitar ponerme a llorar.

--¿Pero dónde estabas? –le preguntamos los tres a la vez. Yo entre hipidos.

Ella titubea. Aún está algo sedada y dolorida, como es normal.

--En el quirófano, en la camilla, ¿por qué? ¿Y qué hacéis que no estáis en la sala de espera?

Efectivamente, mi bruja no se había movido de allí y esas malnacidas, que probablemente la confundían con otra paciente cuando insistían en que se había marchado, ni se dignaron a comprobarlo, pese a que yo les repetí varias veces su nombre y sus apellidos.

Mi suegro bajó a regañarlas, pero claro, no mucho, porque todavía tienen que tratar a mi bruja en otras ocasiones y no queremos que le cojan manía… el mismo rollo de siempre… joder, todo el mundo se puede equivocar, por supuesto, pero ¡no dar su brazo a torcer! ¡esa inflexibilidad! ¿Y qué me decís de la insistencia con lo del "marido" y la "hermana", pero de qué van?

Todo ha pasado, pero qué queréis que os diga, a mí no se me quita el mal cuerpo. ¿Exagero al sentirme así?

¡Si nos hubieran atendido ellas, seguro que esto no hubiera pasado!

51 comentarios:

farala dijo...

ay hester, me dejas con una terrible congoja, ya sabes que podeis contar conmigo y con mi coche y con que yo os lleve todas las veces que lo necesiteis!!, aunque si os han hecho eso con suegros y todo...

qué mal rollo, qué mal rollo. solo te puedo decir que como escribes TAN MARAVILLOSAMENTE y transmites tan estupedamente te guardes este escrito (y los siguientes, que espero que no haya) y cuando tengais a la niña o al niño en brazs, se lo hagas llegar a todo el personal de esa planta.

estoy segura de que no se van a quedar indiferentes, más si consigues meter los nombres de las más ofensivas!!

atis dijo...

No tengo palabras para el trato recibido. Sólo deciros que vayáis haciendo patucos que como mínimo vendrás dos ;)

Un abrazo

Ave dijo...

Hay personas que son unas malnacidas y punto. Me pillas especialmente sensible, no están siendo unos buenos tiempos en este aspecto y la verdad es que estoy harta-harta-harta-harta de tener que disculpar la homofobia (porque se llama así, HOMOFOBIA) de personas adultas que no tienen absolutamente ninguna excusa para hacer lo que hacen y actuar como actúan.

No sabes, querida Hester, cómo te comprendo y lo mucho que me ha dolido leer lo que os ha pasado, y cómo comprendo tus ganas de llorar y tu rabia y tu todo.

Sois muy valientes. Para mí eso es suficiente. Y me inspiráis, que en los tiempos que corren no es poco, no.

Besos para las dos.

Hester Prynne dijo...

Sin duda, Ave, es homofobia pura y dura y yo también estoy muy sensible últimamente con eso. Me llegó mucho eso que decías con ironía en tu post de las bollopelis, de que tenemos el trauma de haber tenido que crecer sin modelos a seguir... En fin, por estas y otras cosas creo que el mundo nos debe una disculpa histórica. Estoy HARTA.
Muchas gracias por vuestras palabras, ave y farala, precisamente dos mujeres que me inspiran a mí también.
atis, quién sabe, sean cuantos sean les daremos la bienvenida, que ya es mucho tiempo intentándolo.
BESOS A TODAS

Marcela dijo...

no exageras nada de nada, te han faltado al respeto a ti, a tu mujer y a vuestro futuro hijo o hija. Es una vergüenza, cuánto siento que hayas tenido que vivir una agresión así.

kali dijo...

sin palabras me he quedado. qué angustia, qué susto y qué dos imbéciles. a veces creo que el personal de la sanidad (privada o pública, me da igual) se piensan que están tratando con ganado y si a eso le sumas la homofobia ya es el acabose.

me uno al ofrecimiento de farala y si necesitáis choferesa o cualquier otra cosa tan sólo pedid por esas boquitas

E. dijo...

Jo, Hester. No sabes cómo lo siento. Qué gente tan asquerosa.

marta dijo...

Un abrazo fuerte para las dos y muchos ánimos para seguir con el proceso pese a los homófobos y homófobas del camino.
¿Una queja a los supervisores o supevisoras serviría de algo?

MENTXU dijo...

Alucino!!!! en fin, olvidaros de lo malo y mucho ánimo y toda la energía positiva para ese proyectito que está en camino.
Besitos a las 2. Mentxu

bea dijo...

tú sabrás cuál era la actitud del personal, pero eso de perder pacientes y pasar de los familiares es bastante frecuente..

la última vez que operaron a mi padre (que tiene importantes problemas de alergia a todos los medicamentos y anestesias), lo bajaron para una operación de media hora (una hernia) y tardaron en subirlo cinco o seis horas...

imagina la escena, mi madre llorando desde la hora 2 a la hora seis, mis hermanos y yo preguntando y repreguntando si había pasado algo, las enfermeras de planta contestando que ya lo subirían cuando hubieran terminado (sin molestarse en preguntar en quirofanos), mi madre llorando y llorando y llorando derumbada porque era evidente que había pasado algo...

finalmente, todos destrozados (y ya haciéndonos a la idea de que no había despertado de la anestesia, por aquello de las alergias), conseguimos que por pena un celador se dé una vuelta por quirofanos y...

resulta que se lo habían olvidado en un pasillo...

no fue por nada personal...supongo

sino que se lo hubieran hecho a cualquiera...

lo cual no sé si es casi que peor...

La Mujer D dijo...

Buuuuf! cómo se me ha hinchado la vena! veis por qué soy así? véis porqué hay cosas que todvía "evito"?.
Porque yo no sería capaz de utilizar las palabras...porque la fuerza ya no se me iría por la boca porque...gente así es la que me revienta. No soportaría el dolor que esa "enfermera de habas" intentaría transmitirme con su indeferencia, humillación y homofobia.

Lo siento pero...estoy taaaan cabreada con lo que acabo de leer que es mejor dejar de decir nada más.

Ánimo! y que os salga todo muy bien. Muchos besos!!

Carol Blenk dijo...

Qué pena, qué pena que hayáis tenido que pasar por todo eso. Mira, llámame bruta, pero yo habría sacado la pistola y ¡bang!, con esas cosas no se juega.

Qué falta de consideración, qué falta de tacto, es increíble... No lo entiendo.

Sed fuertes, chicas!

Y mucha suerte en todo el proceso, un beso enorme, muacks!

Candela dijo...

¡Joder, no exageras! En el buzón de sugerencias podíais meter un papelito sugiriendo un cursillo de actualización para el personal y la fecha 2004 (es que ya llevan retraso, eh?). Dices que están acostumbradas a parejas de lesbianas (eso mucha gente lo toma como un jueguecillo de moda y de ahí no pasa), pero lo de "mi mujer" no puede ser, que no, que dos tías se quieran, se casen... no les entra en la sesera.

Lo siento, Héster. Y yo no me callaría. Te tratarán mejor, aunque siempre pensamos en represalias. Es erróneo pensar así.

Hester Prynne dijo...

Gracias a todas por vuestro apoyo, la verdad es que hoy me siento mejor gracias a todos vuestros comentarios, ayer la verdad es que estaba hecha polvo.
Candela, creo que tienes razón, estamos pensando en cómo reclamar, esto no puede quedar así. ¡Ya os contaremos!
Un beso enorme a todas.

Paola Vaggio dijo...

Que les den por saco, Hester. Ánimo y mucha suerte.

Cecilia dijo...

Me alucina que ocurran todavía, aquí, cosas así. ¿Qué hospital es ése para no ir nunca allí? ¿En qué mundo viven?
Si no les gusta lo que hacen, que se larguen a despachar madejas de lana a viejitas hacendosas, corcho.
Espero que todo os salga bien y que el bebé llegue pronto.

marga dijo...

la gente es muy hija de puta y nos discrimina muchísimo, especialmente las enfermeras y los médicos, yo lo vivo desde hace 11 años con vero... que lamentablemente se interna de una a cuatro veces por año por alguna razón
como te imaginarás, yo no me quedo callada, en tu caso me habría metido dentro del quirófano sin que pudieran detenerme
aclaro que tampoco recibo un trato diferencial por ser médica, al contrario, creo que les molesta más porque quedan en evidencia con sus burradas
estoy cansada de ser transparente para los demás por el solo hecho de ser lesbiana, cansada de recibir un trato denigrante, indigno... cansada de que además de tener que luchar para que ella salga adelante a pesar de la ineptitud médica, luchar contra la discriminación: que el marido que tu hermana que tu prima... siempre te dejan para atrás y no te dan ni la hora, pero yo arremeto Hester... yo no me quedo quieta esperando noticias de ella, yo entro adonde sea, no me importan las consecuencias

un abrazo

dintel dijo...

Lo que me sabe mal es que personas, con cierto tipo de estudios, no hayan abierto su mente lo suficiente, para tratar con todo tipo de público, y más este gremio que tiene una asignatura en la que se estudia esto.

Es que si me tratan así, que en alguna ocasión me ha pasado y nada ha tenido que ver con la homofobia, me siento igual de vulnerable que tú. Y yo que soy fuerte, me desmonto como un corderito.

Isabel (La Otra) dijo...

Desde luego un mal trago pero, discúlpame Hester, yo hubiera montado un pollo de no te menees. ¿que tendrá que volver la Brujita?. O no. Creo que vivís en Barcelona y que vaís "por lo privado", luego quizás podrías cambiar de clínica en caso de que siguieran siendo faltonas. No se, pero en estos casos el decir 4 palabras bien dichas suele ser efectivo.
¿A cuento de qué se puede consentir que te traten así?
Y en cuanto a lo de "esposo" u "hermana" no hay que darle más importancia. A mi pareja siempre le dicen "tu madre" o "tu hermana", jejeje, pero a mi me da lo mismo. Estoy muy segura de lo que soy y de lo que estoy, así que no me afecta nada. También es verdad que no soy nada reivindicativa. Lo que hay es lo que se ve. Si no se entiende, peor para quien no lo ve asi. Yo no voy a estar todos los dias quemada por la gente.

Hester Prynne dijo...

Las que no entendáis por qué en ese momento no actué de otra forma, bueno, el motivo es que soy un ser humano y a veces me desmorono, me debilito o no encuentro las fuerzas... ahora recuperadas, tomaré las medidas pertinentes. Pero el "yo lo que hubiera hecho en tu lugar es tal y cual", claro, es muy fácil desde fuera.

Sandra Sánchez dijo...

Entiendo perfectamente tu reacción...qué decepción de sociedad...pero bueno tendremos que quedarnos conque no todo el mundo es así.
Cosas como ésta son indicativos de que hay leyes que van todavía muy por delante de la sociedad (bueno de buena parte de la sociedad).
Mucho ánimo!!!
;)

Club dijo...

no se ni que decir... me he quedado muerta.
animo valientes!
muak

ire dijo...

que asco de gente de verdad
es una verguenza q pase esto a estas alturas joder
ánimo hester para ti y tu mujer,
yo me considero muy guerrera pero estoy de acuerdo contigo que en momentos asi no es facil reaccionar y menos con tu mujer en el quirofano y con toda la preocupacion que todo eso conlleva...
ánimo y mucha fuerza y suerte para ese futuro hijo o hija¡¡

beita dijo...

Y yo ahora pienso en lo que vamos a disfrutar las tías choqueras postizas de esa pequeña maravilla que vendrá y sonrío, claro.

Todos los besos, bonitas. Sois gigantes.

Luisa Notario Villanueva dijo...

Afortunadamente las cosas van cambiando y el hecho de tener la ley de nuestra parte nos permite decir con orgullo "es mi mujer". Pero siempre hay gente por ahí que por diversos motivos les cuesta, por ignorancia, por homofobia o la razón que sea.
Nosotras, afortunadamente, no nos hemos cruzado con ninguno de esos en nuestras seis IAD y nuestra FIV. Incluso yo entré a quirófano cuando le hicieron la transfer.

Hay de todo. Suerte con vuestro proceso.

maslama dijo...

inadmisible, lo lamento muchísimo por vosotras, y por la familia.

y aprovecho para desearos la mejor de las suertes en el proceso.

besos,

Anónimo dijo...

Hester que lamento que te haya molestado mi comentario y sí es cierto que a veces no se reacciona como se debe, pero es que yo no tengo muchos pelos en la lengua y soy de las que saltan al segundo, sobre todo en situaciones médicas como esta.

Anónimo dijo...

No, no exageras... Como trabajadora de la Sanidad Pública sólo puedo sentir verguenza de que os hayais sentido más respetadas en un hospital privado que en uno público que tiene la obligación de regirse por principios de respeto y justicia. En descargo de la homofobia hospitalaria puedo decirte que:

No se suelen ver parejas de lesbianas en ningún ámbito del hospital, no porque no haya sino porque no lo dicen. En mis 15 años de experiencia he tenido varios pacientes gays, pero jamas una lesbiana... Supongo que les resultaría "desconcertante".

Lo que te pasó le pasa a diario a muchísima gente, algunas veces por fobias diversas(vease gitano casado con paya rubia a la que nadie ve porque esperan ver una gitana morenaza, blanco casado con negra, niña china de padres blancos...) o sin más, por la despersonalización brutal de los grandes hospitales.

A veces las enfermeras tienen que buscar a los familiares de muchos pacientes y al final ya no saben con quién han hablado, con quién no, quien es el padre y quién es la hermana... Recuerdo que una vez se empeñaron en que mi padre era mi marido.

Pero, vamos, que no exageras nada, que este tipo de cosas dan mala gana y te dejan fatal. Espero que cuando todas nos atrevamos como tú a decir bien alto "mi mujer" y "mi novia" las cosas irán cambiando.

Ah!!! y no os molesteis en reñir con las enfermeras, es mucho más práctico poner una queja en atención al paciente. Te evitas malas caras, el mal cuerpo que deja enfadarse (aunque sea con razón) y te aseguro que una nota de la dirección de enfermería a la supervisora de la planta es mucho más eficaz que todos los razonamientos de tu suegro.

Espero que tengais éxito en la fecundación y deseo de todo corazón que la sanidad publica os trate a partir de ahora con el respeto que mereceis.

Isabel

Daphne dijo...

Hola! He llegado a tu blog desde el de Marga, y sinceramente me parece denigrante lo que os han hecho a ti y a tu pareja. Yo, a pesar de tener solo 15 años ya he salido del armario con casi toda la gente que me importa, y si me hicieran eso... se caía el techo del hospital xDDD

Muchos ánimos, no dejes que te vuelvan a hacer eso, tenemos que luchar por la visibilidad entre todas :D

Un besito :*

...Daphne

marga dijo...

¿te enojaste porque te dijimos lo que nosotras hubiéramos hecho en tu lugar? no me parece...lo hemos hecho al menos en mi caso con cariño y para darte ánimos, y con muchas experiencias similares vividas
enojate en todo caso con vos misma, como me enojo yo cuando me quedo inmóvil ante la injusticia

:)

Hester Prynne dijo...

No me enfado, Marga, simplemente digo que a veces lo único que necesita una persona son palabras de aliento, lo otro resulta bastante obvio. No obstante, ¡si tu recomendación es que me enoje conmigo misma, mal vamos! Lo que necesito es tranquilizarme, llevo muchos meses de estrés por este proceso.
Isabel, no vivimos en Barcelona sino en Madrid. Y estamos muy contentas con la clínica en la que llevamos un año entero, imagínate lo aparatoso que sería cambiarse ahora... El único problema que hemos tenido es el que he contado aquí, y no ha sido con el personal de la clínica sino con la gente del hospital asociado.
Gracias a todas por vuestras palabras, ¡sois maravillosas y me animáis un montón!

Maya dijo...

Vaya, me quede sin palabras y sin aliento. Creo que es bastante duro ya tener que estar pasando por todo ese proceso, como para que encima la gente que se dedica a "cuidarte" en esas situaciones no tenga ningún tipo de psicología.
Me parece lamentable que la gente que trabaja en este tipo de servicios se permita el lujo de exponer de esa manera tan chavacana sus prejuicios, tendrían que enseñarles donde acaba su profesión y donde empieza su persona.
Yo os ánimo a reclamar todo lo que haga falta para que esta situación no se vuelva a repetir!Es un abuso aprovechándose de una posición de poder (aunque sea a nivel informativo)! Nadie se merece un trato semejante!
Ánimo Valientes! Besitos

LesGroNoma dijo...

Desde luego es para sacudirles la cabeza y con eso las ideas, ¿cómo es posible que sean tan ciegas y sordas? Le repetistes setenta y ocho veces que no era tu hermana y que eras su mujer ¡¡y no les entraba en la cabeza!! Te acompaño en el sentimiento de rabia e impotencia como si hubiese estado allí. Mucho ánimo. Un abrazo LesÑadora y LesGronoma.

nereida dijo...

Buf, absolutamente INTOLERABLE y claro que es dificíl reaccionar en el momento,por eso espero que hagas la queja porque hay que acabar con esta sociedad de simios,(y que me disculpen los monos).


Un saludo y
mucho ánimo con todo...

Hormiga rebelde dijo...

uhmmmmm, mala leche me ha entrao!
Me como a las dos enfermeras con patatas fritas. Pero vosotras trankis...Os acabaran conociendo. La proxima vez unas camisetas "Somos Lesbianas y vamos a tener un bebe"
Verde fosforescente que vean bien las letritas.
No se puede ir tan deprisa en ciertos trabajos que necesitan estar mas "humanizados". Pero creo que es la raiz del problema, que tratan a la gente como euros con patas o como sacos de patatas.
Pasad olimpicamente chicas, que no se enteran de nada esa gentuza. Un Abrazo enorme para las dos.
Y una patada en el culo para cada una de las enfermeras petardassss esasssss.

N. dijo...

Ánimo, Hester. Ni caso a la gentuza como esa. Suerte y un abrazo.

mercedes dijo...

Lo siento no voy a estar de acuerdo con el comentario de Isabel... SI HAY que darle importancia coño... Pero mucha y hay que reclamar, hay que seguir machacando hasta que se les grabe. A la invisibilidad que está ahí porque no nos atrevemos hay que sumar la que nos imponen por narices dos que no se enteran que el mundo cambia?. Eso no es accidental, no es despiste, es un ejercicio claro de menosprecio por nuestras parejas, nuestros derechos adquiridos y nuestra dignidad como personas. Puedes repetirles mil veces es "mi mujer" y harán como que no se enteran porque lo que realmente dicen es "tu no pareja no es la misma cosa ni merece el mismo respeto".

Que además pase en un sitio donde te están quitando una pasta...

No te cortes en reclamar todo lo que haya que reclamar Hester. Si al final hay gente que solo entiende cuando se les reclama. A mi me hicieron algo parecido con mi pareja cuando la operaron y apenas pedimos el libro de reclamaciones todo el mundo, de repente, aprendió a ser amable. Y eso que aún no se aprobaba la Ley.

Siento mucho el mal rato y espero que esta vez todo vaya sobre ruedas a pesar de las enfermeras unineuronales.

Isabel (La Otra) dijo...

Mercedes no intento ni quiero polemizar pero pienso que si se hacen las cosas de forma natural la gente acaba viendolas también de forma natural, o al menos esa es mi opinión y mi experiencia. De mi boca nunca ha salido "soy lesbiana" como tampoco ¿eres hetero?. A nadie le importa mi vida íntima como a mí tampoco me importa la de los demás y y o no tengo que darle explicaciones a nadie como tampoco las pido. He hecho siempre lo que he considerado conveniento dentro del máximo respeto hacia los demás y exigiendo también el mismo hacia mi. ¿que mucha gente se ha quedado en el camino?. No es mi problema y aunque lo siento, no he sufrido por ello.
ENTIENDO PERFECTAMENTE, que es más que posible que no todo el mundo se encuentre en mi situación: viviendo casi siempre en una gran ciudad, independiente económicamente desde muy joven y con bastante seguridad en mi misma. Así que no me he encontrado nunca en la tesitura de tener que reivindicar nada ni dar explicaciones de nada que afecte a mi vida personal. Esta es como es: desde hace más de 10 años vivo con mi pareja y juntas vamos a todos los sitios familiares o no. ¿que habrá comentarios?. Pues claro, pero nadie nos ha dicho nunca nada y siempre las invitaciones a bodas, comuniones y bautizos (jejeje) son para las dos.
He tratado, y trato, de ayudar bastante a un grupo de chicas, mucho más jóvenes que yo, y que vivian atemorizadas por los padres y por el qué dirán: mi empeño ha sido siempre inculcarles que tienen que ser ellas mismas y pasar de los que no las entienden y aceptan. Generalizando, lo cual ya se que es una estupidez,: es tan fácil como eso.
Besos

Anónimo dijo...

Es la discriminación es dura, muy dura, te desmoraliza y te hace sentir vulnerable. Yo la he vivido o sentido más por ser extranjera (sudamericana), qué hacer, cómo manejarla...
En mi caso personal, administro la situación: Teniendo mi clara mi condición de persona y de igualdad de derechos.

Si, tengo que insistir, exigir, lo hago.
Cada cual encuentra su propia receta.
Y es díficil, lo sé; a veces he querido negar mi lesbianismo o dejarlo de lado, para no agregar más situaciones que den pie a exclusiones...
ÁNIMO Esther, un abrazo.

Ico dijo...

Es triste y descorazonador .. creo que todas hemos vivido situaciones parecidas.. realmente descorazonador ver que existen profesionales aún con tantos prejuicios..

Ico dijo...

Es triste y descorazonador .. creo que todas hemos vivido situaciones parecidas.. realmente descorazonador ver que existen profesionales aún con tantos prejuicios..

Antonia dijo...

que asco de gente.
Pon una queja y te olvidas de ellas. igual con suerte alguien les llama la atención.

Anónimo dijo...

no exageras para nada. son unas cabronas, eso está claro. pero estais por encima de todo eso así que pasad del tema...
como lectora asídua me gustaría por favor que contaras algún día como funciona el proceso, precios, etc... estamos pensándolo nosotras... gracias y ánimo!!!

Hester Prynne dijo...

Tenéis toda la información sobre el proceso en esta entrada y en sus comentarios:
http://la-letra-escarlata.blogspot.com/2009/03/informacion-basica-si-estas-pensando-en.html
También hay un foro de bollomaternidades al que podéis uniros y hacer todas las preguntas que necesitéis:
http://bollomaternidades.ning.com/
¡Un saludo y gracias!

Anónimo dijo...

Me he quedado helada... como se puede ser tan cafre y tan ruin! Siento mucho que este paso tan crucial en vuestro camino a las maternidades haya sido tan violento y deshumanizado. El camino aún es largo, pero estará cargado de maravillosos momentos y sé positivamente que cuando algún día les cuentes a tus hijas cómo empezó todo, entenderan que tienen las madres mas valientes y humanas del mundo. Conociendote, insultar a la enfermera te habría dejado todavia más triste.
Con los dedos cruzados desde jeruslén.

Ave dijo...

"De mi boca nunca ha salido "soy lesbiana" como tampoco ¿eres hetero?. A nadie le importa mi vida íntima como a mí tampoco me importa la de los demás y y o no tengo que darle explicaciones a nadie como tampoco las pido."

Y dale que te pego. Que no, que no se trata de contarle a la vecina lo que haces en la cama con tu pareja, leñes. Que se trata de obtener el mismo RECONOCIMIENTO SOCIAL que tienen los demás. Que la sexualidad y la orientación sexual son distintas de las relaciones sexuales. Que lo primero pertenece al ámbito público, mientras que lo segundo se queda entre las cuatro paredes de nuestra casa. Que la heterosexualidad está institucionalizada y tiene un reconocimiento y una valoración social que se nos niega a los demás.

A ver si vamos entendiendo ya la diferencia entre hablar de lo que hacemos en la cama, y nuestro reconocimiento social como personas con relaciones afectivas que no valen ni más ni menos que las de las demás. ¿Se entiende, o no? Lo demás, discursos varios y defensas del búnker. No, gracias. Por ahí sí que no.

Ave dijo...

Y por cierto: de mi boca sí que ha salido, y en más de una ocasión, lo de "soy lesbiana". Y no me ha dado vergüenza ni lo he considerado algo "perteneciente al ámbito de mi intimidad".

Hester Prynne dijo...

Se te entiende perfectamente, Ave, y estoy completamente de acuerdo contigo.

mercedes dijo...

Me provocó agregar una respuesta pero el Ave ya lo ha hecho perfectamente... Pues eso.

ire dijo...

mercedes y ave no puedo estar mas de acuerdo con vosotras
nada de aceptar cuando dicen tu hermana o tu madre...pero eso que es??
es mi mujer, con todas sus letras y orgullosa joder..
es que no entiendo la gente que se empeña en no explicar en que consiste su vida

Víctimas del heteropatriarcado dijo...

Sí, por desgracia es muy típico lo de "tu hermana". Por no mencionar cuando dicen "tu amiga". ¡Mierda de mundo! Un beso y mucho ánimo.