Me hice feminista porque la otra opción era hacerme masoquista (atribuida a Sally Kempton).
bell hooks |
En su texto “Feminism: A Movement to End Sexist Oppression” [Feminist Theory: From Margin to Centre, Boston: South End Press, 1984], bell hooks escribe que el principal problema del discurso feminista reside en nuestra incapacidad para llegar a un acuerdo con respecto a lo que es el feminismo o para elaborar una definición común. Esto, añade, nos impide construir unos cimientos sólidos sobre los cuales hacer teoría o llevar a cabo un activismo coherente. El hecho de que muchas de nosotras digamos que hay tantos feminismos como feministas existen, opina, indica que no nos tomamos en serio que el feminismo sea un movimiento político radical, con la importancia que esto conlleva.
Estoy y no estoy de acuerdo con ella. Por una parte me pregunto si tal vez lo radical no será precisamente el que hablemos de feminismos y no de feminismo, al igual que las que estamos en la militancia nunca decimos “la mujer esto y lo otro”, sino “las mujeres”, marcando así nuestra diversidad. Por otra parte debemos hallar algo en común, y es tal vez esto en lo que debamos ahondar.
Cuando el movimiento feminista comenzó a teorizar, allá por el siglo XIX y hasta bien entrado el siglo XX, lo que creíamos que teníamos en común era simplemente ser mujer. Con el siglo XXI nos damos cuenta de lo limitado que es esto, pues entramos en el juego binario patriarcal de hombre-mujer, heterosexual-homosexual, blanco-negro, centro-margen, yo-el otro…
El feminismo no es, como mucha gente opina, el movimiento que lucha por la igualdad de mujeres y hombres. Esta visión es muy inocente porque, además del binarismo que conlleva, ¿iguales a qué hombres queremos ser, si entre ellos no son iguales? ¿A los heterosexuales, a los gays, a los blancos, a los negros, a los ricos, a los pobres…? ¿queremos de verdad entrar en el juego de este mundo capitalista, militarizado y racista, o aspiramos a más y mejor? ¿queremos tener autoridad, o autoritarismo?
Este punto en común que digo que debemos buscar puede ser precisamente la definición de feminismo que proporciona bell hooks en el artículo antes mencionado: el feminismo es la lucha por acabar con la opresión sexista. Esta lucha no beneficia solo a un determinado grupo de mujeres, ni a las mujeres con respecto a los hombres, sino que tiene el poder de transformar las vidas de todas y todos de forma significativa. El feminismo, pues, no es un estilo de vida, algo que simplemente se practique diciendo “soy feminista”, sino que exige un compromiso político, exige activismo.
Hoy es 8 de marzo. Con sus aciertos y con sus errores, el feminismo ha sido la revolución definitiva y todavía le queda mucho camino por andar. Sirva este día de recordatorio de todo lo conseguido y de todo lo que queda por alcanzar.
Feliz día y a reclamar las calles.
5 comentarios:
Yo me quedo con la cita de Rebecca West:
"Nunca he sido capaz de averiguar exactamente en qué consiste el feminismo; sólo sé que la gente me llama feminista siempre que expreso sentimientos que me diferencian de un felpudo"
Nos seguimos viendo en esta lucha y en muchas más.
Feliz día y a seguir reivindicando y luchando por esa igualdad desde la diferencia.
hola que tal! estuve visitando tu blog y me pareció interesante, Me encantaría enlazar tu blog en los míos y de esta forma ambos nos ayudamos a difundir nuestras páginas. Si puedes escríbeme a ariadna143@gmail.com
saludos
qué buena la cita de Kempton!! (y en general todo el post)
bss
Jod...r Hester, me he perdido un montón de post!!! Que creía que no escribias desde el año pasado y ya me estaba mosqueando, pero quería dejarte tu espacio de cradora y resulta que no era espacio sino ciberespacio perdido, y me enfadé conmigo por no revisar bien el tema.
Ahora me pongo al día del tirón, disfrutando, como siempre de estar aqui.
Besako.
Publicar un comentario