viernes, 31 de octubre de 2008

Buuuuuuuuuuuuuuuh


Halloween no es inocente, pues tiene un trasfondo de ocultismo y de otros tipos de corrientes que dejan su huella de anticristianismo (Joan María Canals, Conferencia Episcopal Española)

Siempre me han encantado las fiestas, sean estas por el motivo que sean, siempre que no enemisten a la gente y hagan que nos lo pasemos bien, pero es que desde que ayer la cansina y meticona iglesia católica advirtió del “transfondo de ocultismo” de Halloween y recomendó a los padres que encauzasen “la fiesta de Halloween hacia lo bueno y no fomentar el terror y la muerte”, la noche de Todos los Santos se ha convertido en mi holiday favorita. La iglesia añade que los niños “se disfrazan de brujas, vampiros, fantasmas, con máscaras de cadáveres, esqueletos. Los padres favorecen este tipo de fiesta y que jueguen con elementos de muerte”.

Quizá tengan razón, quizá los niños deban pues, inspirarse en la Biblia para sus disfraces, ya que no fomenta “el terror y la muerte”, como ellos dicen que Halloween hace. Veamos algunos ejemplos:

-Disfraz de Noé, quien, junto a su familia, fue el único superviviente del diluvio universal que mandó dios y con el que se cargó a toda la humanidad.

-Disfraz de Abraham, que casi sacrifica a su hijo por orden divina.

-Disfraz de San Juan Bautista, decapitado.

-Disfraz de Herodes, que mató a todos los niños menores de dos años.

-Disfraz de Cristo, que murió torturado, clavado durante horas y horas a una cruz.

No voy a seguir porque se me ocurren miles de ejemplos mucho más terroríficos que una bruja, un vampiro o un fantasma.

Además, ¿cómo va Halloween a ser anticristiano, si es una festividad que se remonta a 300 años antes de Cristo? Proviene de los celtas. Fueron los irlandeses quienes la llevaron a Estados Unidos cuando emigraron en masa en el siglo XIX.

Lo que pasa es que a la iglesia católica le jode perder el poder que tenía en estas fiestas. Le jode que la gente se divierta disfrazándose, yendo a fiestas, comiendo caramelos y viendo pelis de miedo con un bol a rebosar de palomitas. Quieren que vayamos a llorar a los cementerios y a rezar a misa.

Yo por mi parte voy a honrar a mis muertos viviendo la vida, riéndome, llevando a mis sobrinos disfrazados de monstruos a un cuentacuentos de historias de miedo y decorando mi casa con esqueletos y calabazas. Para que se fastidien.

Feliz Halloween, os dejo un regalito:


jueves, 30 de octubre de 2008

Y ahora me llevarán a juicio...

Puedo comprender, aceptar y respetar que haya personas con otra tendencia sexual, pero ¿que se sientan orgullosos por ser gays? ¿Que se suban a una carroza y salgan en manifestaciones? Si todos los que no somos gays saliéramos en manifestación... colapsaríamos el tráfico. Si esas personas quieren vivir juntas, vestirse de novios y casarse, pueden estar en su derecho, o no, según las leyes de su país: pero que a eso no lo llamen matrimonio, porque no lo es. Hay muchos nombres posibles: contrato social, contrato de union (Reina Sofía de España)
No me cabe en la cabeza. ¿Cómo se atreve a juzgar e insultar la reina Sofía a parte de la gente gracias a la cual vive? Sí, señora, sí, esas personas a quienes usted niega el derecho a casarse o a manifestarse (como si sus familiares no celebrasen bodorrios financiados por todos los españoles con los que colapsan más calles que la Manifestación del Orgullo, o es que ya se nos ha olvidado el evento que les pagamos a Felipe y Leticia), esas personas a las que usted niega el derecho a decidir sobre su cuerpo y abortar, esas personas que quieren vivir en un país aconfesional, esas personas que creen en la libertad de expresión pero que cuando expresan su opinión acerca de la monarquía se les detiene como si fuesen delincuentes… Todas esas personas somos quienes le pagamos lo que come, lo que bebe, sus criados, las colchas con las que se arropa por la noche, sus vestiditos, sus viajes, su yate mallorquín, los lifting de su nuera y el jarabe para la gripe. Muchas de estas cosas YO no me las puedo permitir, que vivo de alquiler y me rasco los bolsillos para llegar a fin de mes, pero se las pago a USTED porque me viene impuesto y encima se atreve a comunicar sus opiniones en público y a denigrarme a MÍ, lesbiana que quiere casarse con su novia y llamarlo matrimonio porque si no, no sería un matrimonio con todo lo que ello conlleva, a mí que soy atea y quiero vivir en un país donde la religión se relegue al ámbito privado y salga de los colegios, a mí que soy feminista, a mí que le pago a usted sus juergas.
Y le voy a decir una cosa: uno de sus múltiples nietos va a ser gay. O una de sus múltiples nietas lesbiana (incluso puede que Leonor, quién sabe, a lo mejor acabamos teniendo una Reina Bollo). Se lo digo porque esto es muy probable, por estadística, que suceda. Y si no le deja casarse con su pareja del mismo sexo, bueno, los españoles nos alegraremos porque es una boda real que nos ahorramos, pero ¿con qué cara se lo dirá, eh? Recuerde el refrán: cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar.
En fin, a lo mejor ahora me meten en la cárcel o me ponen una multa, porque en este país la familia real es intocable, pero yo seré republicana hasta la muerte y defenderé mis ideas con las palabras, que son mi arma, porque creo en la libertad de expresión (y en el matrimonio gay, y en el derecho a abortar, y en la educación para la ciudadanía...).

miércoles, 29 de octubre de 2008

Con tal de vender

El verdadero hipócrita es aquél que deja de percibir su propia hipocresía, aquél que miente con sinceridad (André Gide)

Axe es una marca de desodorantes, perfumes y gel de ducha muy popular en gran parte del mundo. Si habéis visto sus anuncios por televisión, os habréis dado cuenta de que ensalzan los tópicos machistas de forma extrema. He aquí un ejemplo:

            En la otra cara de la moneda tenemos la famosa marca Dove, que comercia con los mismos productos que Axe, pero en femenino. Dove, todo lo contrario que su equivalente masculino, dignifica la diversidad de los cuerpos de las mujeres en sus campañas publicitarias. Aquí podéis ver una muestra:

            Pues bien, ni uno ni otro, queridas amigas, queridos amigos, no compréis ni uno ni otro porque ambos pertenecen a la misma compañía, Unilever, cuya estrategia comercial es posicionarse de forma “radical”: machista en sus anuncios para hombres y feminista en sus anuncios para mujeres.
            Cualquiera que se haya interesado un poco por el tema del sexismo sabrá a estas alturas que lo contrario de machismo (que se define como “discriminación de las mujeres”) no es feminismo, porque entonces este término tendría que significar “discriminación de los hombres”, cuando no es eso sino “lucha por los derechos de las mujeres”, por decirlo de una manera un poco simplificada. Así que, ya de por sí, la estrategia de Unilever está mal fundamentada.
            Eso, obviamente, a Unilever le dará bastante igual, porque sus campañas funcionan. Axe vende, Dove vende. La gente se ríe con Axe, como si el machismo -y toda la violencia que conlleva- fuese algo sin importancia, y muchas personas aplauden los anuncios de Dove. Nos engañan. Es el colmo de la hipocresía. No puedes estar luchando contra los cánones establecidos que muestran a una mujer irreal y al mismo tiempo ridiculizando a las mujeres de una forma completamente machista y discriminatoria.
            Unilever, espero conseguir que perdáis algún cliente que otro desde mi humilde blog.

Agua


El agua y el aire, los dos fluidos esenciales de los que dependen todas las vidas, se han convertido en basureros globales (Jacques Cousteau)

Un estudio del Pacific Institute (EEUU) ha calculado que se necesitaron cien millones de barriles de petróleo para producir todas las botellas de agua consumidas en 2006 en el mundo.

Hemos de concienciarnos y consumir agua del grifo. Si no es de buena calidad, siempre se puede invertir en un purificador. Si nos llevamos agua al trabajo o cuando hacemos deporte, lo mejor es hacerse con una botella o cantimplora de un material que permita su reutilización constante (por ejemplo, las que se fabrican para colgar de las bicicletas o las que venden para los excursionistas).

Tú también puedes poner tu granito de arena. O tu gotita de agua.

viernes, 17 de octubre de 2008

Cierra la boca de una vez que pareces tonta, chica


Una raza no puede nacer libre si nace de madres esclavas (Margaret Sanger)

Pues resulta que como ahora estoy en un momento de mi vida en el que el dentista, y por tanto la ruina, forman parte de mi cotidianidad, me ha dado por mirar las bocas de la gente. Y en esas estaba cuando, ¡cáspita!, cualquier revista que hojeo las tiene a montones. Son esas bocas femeninas que están semiabiertas en una postura completamente antinatural, pues a ver, ¿conocéis a alguna mujer que vaya haciendo ese gesto por la vida? Ah, pues las que posan para las fotos de las revistas, todo el rato. Ya anuncien un bolso, su última película o el portátil de moda, todas ellas tienen los morritos a punto de caramelo. Para muestra, un botón (y no creáis que he tardado mucho en reunir estas imágenes, me he puesto a recortar de un par de revistas cualesquiera y enseguida he terminado):

No os preocupéis, estas mujeres no están muertas, aunque tengan la misma cara que los cadáveres de C.S.I. Tampoco se encuentran estreñidas ni tienen dificultades para respirar por la nariz. Es que parece ser que lo que vende es eso.

La mujer con cara de estar teniendo un orgasmo, de estar siendo violada, de estar a punto de hacer una felación y demás variaciones. Eso, parece ser, es lo que vende.

Hagan la prueba, queridas lectoras, queridos lectores. Vayan ahora mismo al revistero, cojan una publicación cualquiera (bueno, no la Revista de Occidente, ya me entendéis) y hojeen, hojeen.

Estas modelos –que no son modelos a seguir, por todas las diosas- no tendrán caries, como yo, pero les recomendaría que se sentasen un rato en el w.c. a ver si se descargan, porque tienen una expresión de lo más inexpresiva -válgame la redundancia- e idiotizada.

viernes, 10 de octubre de 2008

GORDOFOBIA

Se dejarían de vender cigarrillos si en las advertencias de las cajetillas pusiese: FUMAR ENGORDA. (Dave Barry)

A veces pienso que hay gente que prefiere tener una enfermedad a ser gorda, de verdad. Y esto si no identificas gordura con enfermedad, claro, que esa es otra. Y mira que hay personas gordas que se hacen análisis y sale todo bien… pero se ve mucho peor a alguien con michelines que a alguien que fume sin parar, por poner un ejemplo. Estar gorda no equivale a no llevar una vida sana (ni estar delgada a sí llevarla). Si uno come bien (estar permanentemente a dieta es muy malo para la salud, es mejor comer de todo en su debida cantidad) y hace ejercicio, no importa estar gorda o delgada. Cada persona es distinta según sus genes, su estructura ósea, y otros factores. Lo importante en cuestión de salud generalmente no se puede ver, como por ejemplo el colesterol. Y para tenerlo no hay que estar gordo. Y es que si una persona entradita en kilos dice que tiene hambre o se come un bocata, las miradas de reproche o de burla no se hacen esperar.

Porque esa es otra. La gordofobia –sí, llamémosla por su nombre o seguirá sin existir, como todo lo que no es nombrado- está socialmente aceptada. Uno puede reírse de un gordo sin problemas, porque está considerado gracioso, sigues siendo cool, no como los racistas o los homófobos. A ver si nos concienciamos y acabamos con esto.

Con las niñas y los niños que reciben las burlas impunes de sus compañeros de clase, acomplejándose desde críos. Con la discriminación laboral de quienes no son contratados por no tener “buena presencia” (es decir, por no cumplir con el irreal canon establecido). Con los locales nocturnos que no dejan entrar a gente gorda porque no están buenos. Con las series y películas que ridiculizan a los gordos mediante personajes absurdos que no paran de darse atracones. Con las tiendas de ropa, la mayoría, que no fabrican tallas más allá de una 40, y ya estoy exagerando. Con los aviones, cines, transporte público que no tiene asientos para gordos. Con la moda, esa secta manipuladora dirigida por gays misóginos. Con las aseguradoras que no aseguran a la gente gorda. Con tanta discriminación.

Es importante reivindicar la palabra gordofobia para hacer patente una discriminación que existe, que es muy grande en el mundo occidental y que resulta muy seria ya que causa inseguridades, depresiones e incluso suicidios.

Hay que luchar por cambiar el modo en que el mundo ve a las gordas y a los gordos. Hay que reivindicar esa palabra, GORDA, GORDO. Para que deje de ser un insulto. Para que sea lo que simplemente es, una característica física. ¿Por qué “qué delgada estás” suele equivaler a “qué guapa te has puesto”? ¿Por qué, en cambio, es tabú decir que alguien está gorda o ha engordado? Hemos de eliminar lo negativo de GORDA y GORDO lo mismo que se ha eliminado, en la mente de tanta gente, de las palabras homosexual o negro. Basta de sentirse avergonzadas cuando no encontremos nuestra talla, acerquémonos a la dependienta y pidámosla. Basta de esconder nuestras carnes en trajes que parecen sacos de patatas, exhibamos nuestro portentoso cuerpazo. Basta de que nuestro peso defina nuestro ser cuando somos muchísimas otras cosas. Cuestionemos las concepciones establecidas sobre lo que significa estar gordo, retomemos la palabra, reapropiémonos del adjetivo y llenémoslo de poder.

Pero para cambiar la forma en que el mundo nos ve, hemos de cambiar primero la manera en que nos vemos a nosotros mismos. Vamos a dejar ya de disculparnos por tener barriga, o culo, o lo que sea. Joder, la vida es demasiado corta para vivir obsesionados con las calorías, ¿no? En un mundo con pobreza, guerra y tantos tipos de violencia, ¿no es un poco ridículo dedicar tanto tiempo a odiarnos? Yo por mi parte tengo cosas más importantes que hacer, una vida creativa que desarrollar, una familia que cuidar, amistades a las que querer y una sociedad que necesita de mi implicación.

Imaginaos que todas lo hiciésemos. Que todo el tiempo que empleamos en pensar cómo adelgazar y que todo el dinero que gastamos en dietas y productos-milagro lo utilizásemos para cambiar el mundo. Sumaría un montón de tiempo y un montón de dinero, un fabuloso ejército de cerebros contra los horrores de este planeta, ¿verdad? Pues a ello.

Libro recomendadísimo: Mucha talla (The Fat Girl’s Guide to Life) por Wendy Shanker.

jueves, 2 de octubre de 2008

Cocina: CAFÉ DE SABORES


El sueño es síntoma de falta de café. 

El desayuno es la comida más íntima del día, esa especie de limbo entre el sueño y la vida que nos inyecta energía para enfrentarnos con la cotidianidad. Pese a que muchas personas somos aventureras a la hora de probar nuevos platos para comer o para cenar, pocas cambiamos nuestros rituales mañaneros, sean estos cuales sean: café y tostada, cereales, galletas, cacao, churros, pan con aceite y tomate… Desayunar es estar en casa, aunque lo hagamos en uno de esos bares humeantes con el sonido crujiente de un periódico recién comprado.

Es por eso que quisiera comenzar una nueva serie de posts que iré escribiendo de vez en cuando y que están dedicados a la cocina (recetas y reflexiones de la que es una de mis grandes pasiones) con la sencilla fórmula del “café de sabores”. Tan fácil que hasta da risa, tan deliciosa que llenará vuestra casa de aroma a otoño y vuestro paladar con la reconfortante sensación de que se acabó el verano pero que, ¿qué más da? Aquí estamos frente a la ventana con una deliciosa y humeante taza.

Dos apuntes con respecto al café: el primero, que os hagáis con alguna marca de comercio justo (si no sabéis de ninguna, buscad en Internet, hay un montón), porque, primero, el sabor suele ser mucho mejor y segundo, el cultivo de café por parte de multinacionales está reduciendo pueblos enteros a la pobreza extrema (también, si queréis enteraros más de ese tema, hay mucha información en la red de redes).

Mi segundo consejo es que, si no lo tenéis, os hagáis con un molinillo de café y compréis este oro negro en grano en lugar de ya molido, porque de nuevo, el sabor es mucho más intenso y el olor ya ni os cuento. Probadlo.

En cuanto al café de sabores, ya lo venden hecho, sobre todo en tiendas especializadas y en otros países como Estados Unidos, donde está muy de moda. Pero si se compra así, los sabores están conseguidos de manera artificial, química, mientras que si lo hacéis por vuestra cuenta, es completamente natural.

¿De qué tipo de sabores hablo? Pues chocolate (polvo de cacao), avellanas (molidas), polvo de canela, vainilla, anís clavo, naranja (la mondadura)… Lo que se os ocurra.

¿Cómo darle al café este sabor? Como he dicho antes, es bien sencillo: moled café suficiente para que ocupe ¾ del bote donde lo vayáis a guardar y mezcladlo con ¼ de uno o más de los ingredientes mencionados anteriormente, de modo que el bote quede completamente lleno. Con una cuchara larga, removed bien los polvos de café y de avellana (o de lo que sea que hayáis escogido) para que se mezclen totalmente.

Y ya está. Sí, ya está. Cada vez que queráis hacer café, ponéis parte de esta mezcla en la cafetera de la misma forma que habéis hecho siempre y notaréis la diferencia.

Es importante que el bote donde guardéis el café se pueda cerrar herméticamente. Mantenedlo en la nevera o en el congelador.

Ya me contaréis.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Hay más pronombres


Mientras el tigre no puede dejar de ser tigre, no puede destigrarse, el ser humano vive en riesgo permanente de deshumanizarse. (José Ortega y Gasset)

Un interesante estudio de la publicación Psychological Science llegó a la conclusión, tras conducir una serie de experimentos, de que la mejor forma de determinar qué puesto ocupa una persona dentro de una jerarquía es su capacidad de ponerse en el lugar de los demás y de mostrar consideración hacia el otro. Esto es, su habilidad para salir de su propia experiencia vital e imaginar las emociones, percepciones y motivaciones de la otra persona.

Cuanto más poder tiene una persona, dice el artículo en cuestión, titulado “Power and Perspectives Not Taken”, menos capacidad demostrará a la hora de ponerse en la situación de otro individuo.

Uno de los ejemplos que dan es la forma en que un asistente lleva un café a su jefe sin que éste se lo pida (se adelanta a sus deseos) y cómo el jefe nunca se acuerda de pagárselo (no tiene en cuenta al otro).

Viene al caso mencionar aquí el movimiento internacional Walk a Mile in Her Shoes: grupos de hombres que se calzan altos tacones para marchar por todas las ciudades en contra de la violencia de género y de las violaciones. Esta tortuosa caminata es su forma simbólica de ponerse en el lugar de las mujeres y exigir que todo el mundo lo haga. Felicidades, chicos.

Y es que a nadie le vendría mal salir de su caparazón y ampliar miras. Para ello no hace falta viajar a India, basta con pensar en la gente con la que te encuentras en el día a día y librarnos de prejuicios que hacen que no mostremos interés hacia ellos, malos humores que nos impiden saludar o dar las gracias y prisas que nos impulsan a ir atropelladamente por nuestra breve y malgastada existencia.

Dicen los cuáqueros, casi la única religión que me inspira simpatía, que todo el mundo tiene algo maravilloso en su interior. ¿Por qué no nos convertimos en exploradoras y exploradores, buscando en la selva de la gente que nos rodea esa individualidad que a buen seguro enriquecerá nuestras vidas?